CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

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ASTRID

Dos semanas después, Austin Texas.

Quisiera poder concentrarme en el ahora pero mi mente no deja de reproducirme el pasado, ¿Qué mierda hacemos ahora?

Nicolas no ha regresado de Rusia en los últimos diez días, tan pronto Samuel estuvo más calmado y el estrés de ese día se disipó regrese a Londres, pero bonitos chistes de la vida cuando entre a mi departamento y ahí estaba toda mi familia, el grito que solté cuando vi en el dedo de Tessa el anillo casi los dejó sordos.

Es normal que no estuviera preparada para algo así de repentino.

No todos los días aparece tu hermano el sensato con una propuesta de matrimonio y hasta con fecha para el evento.

Al día siguiente todos salieron despavoridos y cinco días después ya estaba otra vez trepada en un avión con Noah y Adan para llegar aquí a Austin.

¿Qué manía de hacer todo rápido? Por dios tengan compasión, entre tanto estrés terminaré con la diabetes declarada.

Seré franca, aun no lo proceso, admito que desde la etapa de hormonas revolucionadas sabía de la atracción de Tessa por Derik pero que este se diera cuenta me resultaba algo imposible, al parecer si le funciona el cerebro, porque ahora está a menos de cuarenta y ocho horas de dar el sí.

Se viene un gran evento. Al menos algo positivo después de tanta negatividad.

—!Mami¡—Noah abre la puerta—Es papa...—me entrega mi celular

—¿Nicolas?...

—Castaña...¿cómo estás?—su tono es calmado y tranquilizador, hace tres días que hable con él y no era de ese modo al hablar

—Eso debería preguntarte yo a ti...

—Pues todo bien, ¿Noah ha hecho sus tareas? ¿Fue al museo para su exposición?

Mierda, me olvidé del ligero detalle que nunca le avise de la boda.

—Creo que hay algo que deberías saber...

—¿Qué cosa?

—No estamos en Londres...

—¡¿Qué mierda?! ¿Por qué no están en Londres?

—Bueno...—no tartamudez mantente seria—Resulta y resalta que hubo un acontecimiento espontáneo e inesperado...—tuve que soltar un suspiro buscando valor—Estamos en Austin porque mi hermano va a casarse el fin de semana...

No sé si el silencio sepulcral que prosiguió era una buena o mala señal.

—¿Nicolas?

—Al menos están a salvo...

—Si, muy a salvo.... —no pude descifrar el porqué de esa frase me supo amarga y algo triste—Todos estamos aquí en Austin, lo que incluye que tu estas invitado a la fiesta...

—Aun no puedo volver, pero tan pronto lo resuelva estaré de nuevo con ustedes...

La siguiente parte de la conversación solo fueron monosílabos y frases a medio decir, no han sido semanas sencillas para ambos, pero al menos desde lo ocurrido con los medios de comunicación he mantenido a la raya a mi familia respecto a los temas con Nicolas o Izan, ellos no estuvieron enterados de lo ocurrido en Rusia y tampoco tengo ganas de decirles, mi consuelo es que tengo confianza en que encontremos una solución a todo cuanto antes.

Por ahora sólo quiero concentrarme en este momento, disfrutar al lado de las personas que amo, celebrar a mi hermano y a una de mis mejores amigas en un día así de especial. Es lo único que me interesa.

ÉXITO Y GLORIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora