CAPÍTULO DIECISIETE

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ASTRID

10 horas de vuelo desde Londres hasta Austin, tengo las nalgas desechas, el cuerpo magullado de tanto tiempo sentada y sobre todo estrés y preocupación por saber qué les pasó a mis padres.

Desde el aeropuerto Derik rento a prisa un automóvil, no tenemos tiempo para esperar a que vengan a buscarnos, Noah estuvo relativamente calmado durante el vuelo, aún recuerdo que de bebe era más complicado volar por las tomas nocturnas, el cambio de pañal y que en ocasiones el resto de pasajeros no eran muy empáticos con la idea de que para un bebe la experiencia de volar es algo nuevo, ahora Noah entiende mejor las cosas y poco a poco ha ido aprendiendo comportarse, se mantuvo entretenido en dormir, con Derik jugaron un poco de videojuegos, sacó sus libros para pintar y ya como último recurso fue que viera películas.

Derik condujo a prisa por la calles de Austin, todo en su lugar como siempre, no recordaba que el camino a casa fuera así de largo, poco a poco el bosque se fue asomando, tiene unos nueve meses que no venía pero me parecen siglos, haríamos una parada rápida en casa para dejar nuestras cosas y a Noah, un niño no tiene nada que hacer en un hospital, la casa está intacta pero al cruzar la entrada escuché ruido en la cocina.

—Nana—Noah corrió a los brazos de mi abuela Wendy detrás de ella apareció mi abuelo Emilio, nos saludamos y dejamos las cosas, ellos se quedaron cuidando a Noah y nosotros salimos rumbo al hospital.

Las grandes puertas del hospital estaban atestadas de reporteros, mierda, olvidaba que casi en todos lados siguen y persiguen a mis padres, me puse a prisa los lentes de sol pero fue una verdadera hazaña entrar al hospital. Una enfermera nos dijo en dónde encontrar a mis padres, tomamos el elevador hasta la habitación, abrí la puerta y ahí estaban todos, mi madre recostada en la camilla, mi padre sentado a su lado sosteniendo su mano, Darek distraído miraba por la ventana y mis abuelos Marcia y Alan sentados en la otra esquina pensativos.

—Mamá—corrí a abrazarla y ella me recibió con gusto, detrás de mí también Derik la abrazo, me acerque para saludar también a mi padre—¿Qué pasó? —pregunte en dirección de todos

—Se tropezó—respondió molesto Darek—Ambos tuvieron la genial idea de ponerse jugar y...—los señalo ambos—Él le pego muy algo a la pelota y ella quiso alcanzarla pero claramente falló su tiro...—mi padre lo miró serio y mi madre rodó los ojos—Ya están grandecitos como para hacer esas cosas...

Me tuve que aguantar la risa, Derik también quería reírse pero lo disimulo con una tos muy falsa, deja vu por saber que viejas costumbres no se pierden.

Gracias al cielo no fue una lesión grave y solo una pequeño esguince en el tobillo, usará por algunas semanas una bota ortopédica pero no necesito yeso, esa misma tarde la dieron de alta del hospital, mi padre le mandó a los de seguridad que dispersaran a los medios de comunicación y funcionó porque al menos la salida fue más sencilla que la entrada, por órdenes del castaño mandón que me tocó de papa todos nos montamos en la misma camioneta, una escena muy cómica, Darek en un costado y Derik en el otro y yo en medio de los dos, que pecado estoy apagando señor.

Ya había oscurecido cuando llegamos a casa, todos estábamos agotados que después de cenar inmediatamente nos quedamos dormidos, Noah estaba envuelto entre las sábanas y con solo sentir que me acosté a su lago pegó su cuerpecito más a mí.

Después de que nació vivimos en esta casa con mis padres pero cuando el cumplió su primer año tome la decisión de mudarnos a Londres para que yo terminara lo que me falto del semestre y obtener mi título como Arquitecta, los cielos grises de Londres se volvieron nuestro hogar y ahí hemos estado siempre, eso sí cada Navidad o Año nuevo hemos venido a visitarlos y en algunas otras fiestas al parejo de eso remodele mi habitación quitándole mi toque adolescente y haciéndola más madura y espaciosa para mí y Noah.

ÉXITO Y GLORIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora