CAPÍTULO TREINTA Y OCHO

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ASTRID

Estaba hecho Nicolas ahora era el dueño de LHC, se notaba bastante nervioso cuando tuvo su primer junta con todos los accionistas y miembros del consejo, era normal ya que habíamos pasado algunos días desde nuestro regreso de Rusia y otros más estuvo encerrado preparándose y estudiando muchos temas de Administración, por razones que aún desconozco todos volvimos a Londres incluidos Ivana y mis padres, unas tres semanas después del nombramiento de Nicolas mi padre nos reunió a todos junto con la mesa directiva y anunció la unión bilateral entre ambas empresas, era algo que sabía que podría pasar pero no esperaba que sucedería tan pronto sobre todo porque en ambas organizaciones habían sucedido bastantes cambios en los últimos tres meses.

Ahora todos estábamos reunidos en la sala de juntas, mis padres con Ivana a la cabeza, Nicolás frente a mí, Darek y Derik, Adan y Susan, el abogado junto con el notario habían insistido en que se debía leer el testamento de Samuel, al comienzo no entendía porque el pelinegro nos necesitaba también a nosotros, todo cambio conforme se fueron leyendo las hojas, tal parecía que el señor Labriska lo tenía todo contemplado, desde las acciones corporativas, sus bienes físicos, las cuentas bancarias e incluso el cuidado de sus propiedades.

Nicolas tenía el título de ser el único heredero aparente y la obligación de proteger a la familia, a Susan la dejo dentro de los accionistas y con acceso a una cuenta bancaria y a Ivana con la responsabilidad conjunta en la dirección de la inmobiliaria sobre todo si su hijo se veía en la necesidad de la ayuda, la parte final fue solo de Noah, tenía conocimiento del aprecio que el abuelo le tenía pero no como para que hiciera cambios de último minuto en su testamento solo por mi hijo, le dejo cuentas bancarias a su nombre, parte en las acciones de la empresa y sin mencionar la lista de propiedades que debían quedar a su nombre, mis padres me dieron una mirada de sorpresa pero para mí no era de esa forma porque Nicolas ya me la había dicho incluso llegamos al acuerdo de que se redactaría un documento legal con las especificación sobre los bienes que ahora solo eran de Noah, no solo los que Samuel dejaba también se incluida los de Nicolas y los míos.

La junta terminó y todos los presentes se fueron retirando, al final en la sala de juntas solo quedamos yo y el pelinegro que lucía bastante distraído mirando hacia la ventana, en Italia siempre estuvo más relajado y paciente pero ahora sé que sostiene una enorme carga en los hombros.

—¿Estás bien?—desde el funeral de Samuel en el cual para nada lo vi desahogarse sé que esta toda la situación le está resultando bastante estresante, asintió distraídamente pero no movió ni un solo músculo

—¿Irás a casa?

—Si. Noah ya debe haber llegado de la escuela...

En Italia y desde el beso al menos para mi siento que las cosas no cambiaron, por un gesto así las cosas no debían ser diferentes ya que nuestra relación personal a la relación con Noah no se deben ver afectadas, son cosas separadas.

—¿Quieres venir a cenar con nosotros?—el músculo de su quijada se apretó, creo es un no, antes de que el rechazo me doliera me levante y tome mi bolsa para salir pero justo en el marco de la puerta su mano me tomó de la muñeca

—Los veré en la noche...—dejo un beso fugaz en mi mejilla y salió del lugar.

¿Qué carajo fue eso?

Este hombre cada vez se vuelve más voluble.

Llegue a casa y Noah se había quedado dormido en el sofá, últimamente le daba por tomar siestas después de la escuela sobre todo en días donde jugaba bastante o se quedaba en el teatro, Nicolás dio la idea de inscribirlo a tenis, futbol o basquetbol no importaba el deporte solo que fuera alguno que a él le gustara, para buena y a la vez mala suerte ninguno le llamó la atención y se inclinó por comenzar a tomar clases de teatro, está muy entusiasmado por su primer puesta en escena dentro de unas semanas, resulta muy cómico verlo ensayar frente al espejo o que cada mañana se levante y me obligue a preguntarle cosas de sus diálogos o que actúe frente a mi hasta que se los memorice.

ÉXITO Y GLORIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora