-Venga porfa, ven.- insistió una de mis mejores amigas, Inma.
-No se, es que no tengo ganas...- me apoyé en la pared. Estábamos en el pasillo viendo a la gente pasar.
-Oh venga. Porfa, porfa porfa.- se puso a moverme el brazo sin parar.
-Agh, vale. No se para que quieres que vaya pero bueno, iré.
-Toma.- hizo un gesto raro. Yo reí.- Oye...
-¿Qué?- la miré.
-Mira quien está ahí.- hizo un gestó con la cabeza señalando la clase de enfrente. Giré la cabeza y miré. Solo podía ver como una clase entera de bachiller pasaba por el pasillo. Una vez que pasaron me quedé embobada mirando.- ___, por dios, reacciona.- movió su mano dos o tres veces delante de mi cara.
-Por dios Inma. Espero que no te haya visto nadie haciendo eso.- le dije flojo.
-No es mi culpa que te lleves todo el día mirando a "guapote".- para empezar, "guapote" es un mote que le puse a un chico de mi instituto, para ser exactos él está en cuarto de ciencias y yo de letras. El motivo del por qué le puse ese mote, porque es súper guapo -al menos para mi-. Si le pusiéramos lentillas azules, y le tiñéramos el pelo un poco de rubio es Niall Horan con quince años, igualitos.
(...)
El resto del día pasó rápido. Después de comer me planché el pelo, tenía ganas, que le voy a hacer. Luego me cambié de ropa y me había vestido con unas mallas de color gris, unos deportes, y una camisa de mangas largas -justamente la que llevaba el día que conocí a Jesús Oviedo-. Había quedado a las seis en punto en el campo del abuelo de Inma, que prácticamente también era su campo.
Cogí las llaves, algo de dinero y el móvil. Salí de casa y empecé a andar hacia el campo de Inma.
Al llegar, le envié un mensaje por whatsapp y al instante apareció detrás de la puerta.
-Hey.
-Hola- respondí. Abrió la puerta.
-Espera, voy a por algo de dinero que se me ha antojado un paquete de palomitas con ketchup.- dijo y entro a dentro corriendo. Mientras, cogí el móvil y me puse a mirar las fotos de instagram. Sentí como un coche aparcaba detrás mía. Me giré, un coche con los cristales de negro. Qué raro. Escuché la puerta cerrarse. Volví la vista al campo. Inma había cerrado la puerta.- Ya estoy.
-Okay.- cerré el móvil.- ¿Tienes bolsillos?
-Si.- le entregué el móvil y ella lo guardó junto al suyo. Miré al coche y la ventana del conductor se bajó, dejándome ver a un hombre joven, el cual me sonaba de algo.
-Perdona, ¿tú abuelo es él que tiene muchos caballos?- miró a Inma.
-Si, pero mi abuelo no está ahora mismo. Ha salido un momento. ¿Podría esperar aquí unos minutos?
-Si claro, no hay problema.- Inma me cogió del brazo y tiró de él.
-Vamos a comprar rápido los paquetes.
-Vale.
Fuimos a un kiosco cercano y compramos un paquete de palomitas con ketchup y uno de conchitas con ketchup. Por el camino de vuelta ya me había comido mi paquete de conchitas. Mientras que Inma iba por la mitad del suyo.
Llegamos de nuevo al campo. Entramos en él. Fuimos a la parte donde estaban todos los caballos, que era un pequeño establo y luego un campo inmenso donde había como veintitantos caballos corriendo por todos lados.
En la entrada de un establo estaban el hombre de antes, junto a dos chiquillos y el abuelo de Inma.
-Hola abuelo.- fue Inma junto a su abuelo y le saludo.
-Hola.- saludo a Inma.- Hola.- me saludo con la mano. Yo sonreí.
Los dos chiquillos se giraron al ver que el abuelo de Inma saludaba a alguien detrás de ellos. Los miré.
Me cago en todo.
-Hola.- me sonrió Daniel. Como si no hubiera pasado nada hace ocho meses atrás.
-Hola.- dije apenas lo suficientemente alto para que lo escuchara. Miré a Inma esperando que me dijera algo. Se encogió de hombros. Daniel se giró para escuchar la conversación de el abuelo de Inma y... ¡Claro! Es Juan Carlos.
Yo no paraba de pedir ayuda a Inma con la mirada, más que nada porque sabía que Jesús me estaba mirando "disimuladamente" y me sentía incomoda.
El abuelo de Inma junto Juan Carlos se fueron a ver a los caballos al campo inmenso. Inma iba hablando con Daniel detrás de estos dos. Asquerosos, me habían dejado sola atrás con Jesús. Inma no llegaba viva al examen de latín este lunes.
-¿Cómo has estado? No he sabido nada de ti en meses.- me preguntó metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-Ocho.
-¿Qué?
-En ocho meses, para ser exactos.- respondí cortante. Jesús es quedó callado.- He estado bien.
-Me alegro.
Ahí se hizo el momento incómodo.
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Bueno, bueno, bueno. Señoras y señores aquí primer capítulo de la nueva temporada. Que sepáis que subo los capítulos a la paz que los escribo, y que conste que estoy escribiendo muchas fanfics a la vez, sin exagerar, 14. Tengo demasiada imaginación y muy poco tiempo!! :( Pero bueno, siempre tengo en cuenta antes las que subo ;)
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Izzy xx
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No hay nadie como tú ~ Gemeliers y tú. Segunda temporada.
FanfictionOcho meses sin hablar con él. El chico del que me enamoré a pesar de la distancia. El cual tenía a casi todas en el bote, normal, es Jesús Oviedo. Él es, simplemente, perfecto. También, ocho asquerosos meses aguantando a mi padre hablar de los gemel...