No esperé ni un segundo más y salí corriendo hacia el gran pelotón.
Me escurría entre la gente, lo bueno de ser un tanto delgada, llegando hasta la "primera fila".
Como siempre los que estaban primeros eran los típicos gilipollas que pedían más pelea, pero me temía que la fiesta se les iba a ir acabando.
Me fijé en ellos dos. Madre mía, si estaban casi irreconocibles en el sentido de que nunca los había visto actuar de esa manera, más que nada a Jesús.
Vi como en un segundo uno de los amigos de "M" se acercaba por las espaldas de Jesús. Lo agarró rápidamente de los brazos.
Jesús levantó la mirada mirando a "M" con cara de asco. Madre mía Jesús. Tenía sangre en la ceja derecha y el labio un poco roto.
No podía ver la cara de "M" ya que estaba detrás de él.
Volví a mirar a Jesús quien me miraba con una cara de no saber que decir ante esa escena. Por acto reflejo Jesús cerró los ojos al ver que Manuel levantó el puño preparado.
Reaccioné lo más rápido que pude y actué.
-¡Basta!- me puse al lateral de ellos dos. "M" me miró igual que me miró Jesús, sin saber que decir.- Vete, ya hablaremos después.- dije bajo solo para que lo escuchara él. El asintió débilmente. Me giré para quedar enfrente de Jesús, que seguía atrapado por los brazos del otro chico.- A ti más te vale soltarlo.- le dije. Este le echó una mirada rápida a "M" y lo soltó. Jesús se puso derecho.
-¡Esto se acabó! ¡Dispersaos de una vez!- gritó "M".
Cogí de la mano a Jesús y tiré de él.
Cuando ya la gente se dispersó y cada uno se iba a su casa, incluidos nosotros solté a Jesús.
No hablamos durante todo el camino.
Al llegar a mi casa solo encontré una nota en la nevera de mi madre diciendo que había tenido que ir con mi padre al médico a visitar a mi tía-abuela.
Suspiré. -genial-.
Volví al salón donde estaba Jesús mirando a la nada.
-Anda ven.- le avisé y fui al baño.- Sienta te ahí.- señalé el inodoro. Él se acercó, bajó la tapa y se sentó. Yo me acerqué al armario y busqué el algodón y el alcohol.
Me puse enfrente de el. Lo miré unos segundos y él a mi. Un momento realmente incómodo.
Eché alcohol al algodón y lo volví a mirar.
Agarré delicadamente su barbilla con mi mano izquierda y con la otra presioné el algodón contra la herida que tenía en su ceja. Se quejó como es normal.
-¿Y por qué se supone que te has peleado con él?- pregunté.
-Yo solo quería hablar, él lo empezó todo.- dijo.- No te conviene ____.
-¿Y de qué se supone que querías hablar con él?- ahora empecé a darle con el algodón en la parte que tenía rota en el labio. Lo miré a los ojos esperando a que hablara.
-De ti.
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Oooh, la cosa se pone interesante chicas :3
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No hay nadie como tú ~ Gemeliers y tú. Segunda temporada.
FanfictionOcho meses sin hablar con él. El chico del que me enamoré a pesar de la distancia. El cual tenía a casi todas en el bote, normal, es Jesús Oviedo. Él es, simplemente, perfecto. También, ocho asquerosos meses aguantando a mi padre hablar de los gemel...