Capítulo 11: Sueño.

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Viernes, querido y deseado viernes. La verdad estaba muy feliz como para que algo me estropeara el día, pero siempre hay algo.

Jesús me explicó lo que había pasado con "M"... Y la verdad, confío en Jesús y se que dice la verdad.

Ahora iba de camino a casa pensando en todo lo que había pasado.

Por si os lo preguntáis, si, hablé con "M". Al principio lo negó todo, aunque no le sirvió de nada porque al final acabó confesando.

Al llegar a casa vi maletas en la entrada, lo que me extrañó bastante.

-¿Mamá? ¿Papá?

-Estamos aquí.- fui al salón y ya estaban comiendo, como siempre, nunca me esperaban.

-¿Por qué hay maletas en el recibidor?

-Bueno, hemos tenido un pequeño percance con tu tía-abuela.- dijo mi madre.

-¿Qué ha pasado?

-No te queríamos decir nada por el momento pero en estas circunstancias no nos queda otra.- dijo mi padre.

-Le diagnosticaron cáncer hace medio mes y se ha puesto peor y la van a trasladar a Barcelona. Por lo que nosotros nos vamos allí durante un tiempo.- explicó mi madre.

-¿Y yo con quien me voy a quedar?

-No te lo hemos dicho nunca pero tu madre conocía de hace tiempo a la madre de los gemelos. Y hemos pensado que lo mejor es que te vayas con ellos de gira durante el tiempo en el que estemos nosotros fuera.

-Ah...- no sabía que decir.

-Pues come ahora y luego prepara las maletas que a las seis te recogen.

Me senté a comer sin rechistar, la verdad, no sabía que decir, y serviría para nada porque ya está hecho.

Una vez comí, me encerré en mi cuarto con mi música y empecé a preparar la ropa, aunque supuse que mientras la gira me compraría más, ya que seguramente más de un mes estaría fuera y la ropa de un mes no cabe en la maleta.

(...)

-Porta te bien.- me dijo mi padre antes de abrazarme.

-Si...

-Come de todo, no te pases con la comida basura.- me dijo ahora mi madre. La abracé.

-Lo se... Manda le saludos a la abuela.- era mi tía-abuela, pero yo le decía abuela.

-Bebe mucha agua.- volvió a hablar mi madre.

-Si mamá.

-Ya llegaron.- dijo mi padre. Me giré y vi un coche aparcar justo delante nuestra. No distinguí al conductor pero vi que quien iba en el asiento del copiloto era Eva.

El conductor se bajó y abrió el maletero. Metí mi única maleta.

Me acerqué a mis padres y nos dimos el último abrazo hasta dentro de un tiempo.

Me acerqué al coche, abrí la puerta de los asientos de atrás y entré sin mirar quien estaba al lado mía. Me puse el cinturón, el coche arrancó y yo me despedí moviendo la mano de mis padres.

Una vez el coche ya pasó la calle miré a los que estaban a mi izquierda.

Dani pegado a la ventana y Jesús en medio.

-Hola de nuevo.- hice un gesto con la mano. Me sentía incómoda.

-Hola.- dijeron los dos a la vez.

A esto que nada más empezamos el camino y los dos empezaron a contarme el plan de la gira.

Lo que no sabían es que cuando la gente me hablaba durante un viaje, me mareaba.

Apoyé mi brazo derecho en el borde de la ventana y apoyé mi cara en la mano intentando olvidarme de todo.

Estaba empezando a respirar más rápido de lo normal. Inhalaba y expulsaba aire continuamente por la boca para intentar relajarme, lo que siempre hacía cuando me mareaba, pero no tenía resultado esta vez.

-¿____ te pasa algo?- preguntó la voz de Dani. Asentí levemente.

-Me mareo en los viajes si no escucho música y me he dejado el móvil en la maleta.- los miré intentando no marearme más de lo que estaba.

-Anda ven.- Jesús tiró de mi para luego abrazarme.

Entonces los dos empezaron a cantar Sueño, lo que -irónicamente- me provocó sueño y me quedé dormida en los brazos de Jesús.

No hay nadie como tú ~ Gemeliers y tú. Segunda temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora