No hay nadie como tú ~ Gemeliers y tú. Segunda temporada.

Capítulo 20: Irritante.

Llegamos al hotel, y extrañamente no había fans por ningún lado.

Íbamos en dirección a la entrada del hotel cuando una chiquilla que me sonaba de algo salió de la nada corriendo hacia nosotros.

Yo no sabía que estaba pasando así que seguí andando en dirección a la puerta giratoria. Vi de reojo como los padres de Danisú y Dani me acompañaban. Pero y ¿Jesús?

Una vez pasamos por la puerta giratoria, los padres de los gemelos fueron a recepción, que estaba justo al lado de la entrada.

Mi subconsciente me dijo que esperara a Jesús, así que antes de que pudiera decirle a mi cerebro que no, ya me había girado.

La chica iba abrazada a él. Durante unos segundos alzó la vista y la posó en mi, para luego girarse y darle un beso a Jesús.

Me giré al instante.

Me fijé en que Dani seguía al lado mía, supongo que esperándome.

Le mostré una sonrisa un poco forzada, tampoco es que estuviera de buen humor.

Él pasó su brazo derecho por mis hombros, me acercó a él y dejó un beso en mi frente.

Y así empezamos a andar en dirección a Eva y Juan Carlos.

Eva nos dio una tarjeta a cada uno. Mi habitación era la 324 y la de Dani la 325, vamos, que estaba al lado.

Eva y Juan Carlos nos avisaron e que iban a arreglar un asuntillo, que a las once fuéramos a la piscina y los buscáramos.

Así que Dani y yo nos montamos en el ascensor con rumbo al piso tres.

¿Jesús? La verdad, no tenía ni idea de dónde estaba, y tampoco es que me importara mucho.

El pasillo era super silencioso, a penas se escuchaba un ruido. Solo las ruedas de nuestras maletas chocar contra las baldosas del suelo.

Al llegar a nuestras habitaciones, Dani me dijo que cuando estuviera listo para la piscina que me avisaría para ir juntos.

Una vez dentro de la habitación puse la maleta en la cama, la abrí buscando el bikini y las chanclas. Ahora mismo me di cuenta de que no metí una toalla.

Bueno, ya le pediré una a Eva o usaré la del hotel.

Fui al baño de la habitación y me cambié.

Al salir guardé la ropa en la maleta. Fui al baño y me peiné con una cola alta.

Me senté al borde de la cama y me puse con el móvil a esperar a que Dani me avisase.

Escuché como la puerta se abría y luego una risa femenina.

Me quedé mirando hacia el mini pasillo para ver quien venía. Pero nadie venía.

-Bueno, me voy a cambiar, nos vemos ahora ¿no?- preguntó la chica.

-Si, claro. Nos vemos en la fuente.- ¿Jesús?

-Vale Jesusito.- de la nada escuché el típico sonido irritante de un beso sonoro.

-Nos vemos.- volvió a hablar él.

Se escuchó como estaban a punto de cerrar la puerta de mi habitación cuando una voz le interrumpió.

-Hey, espera.- se escucharon pasos entrando en la habitación.- ¿Estás lista?- me preguntó sonriente.

-Eh, si.- sonreí. Me levanté y guardé el móvil en la maleta, para luego salir de la habitación.

No me paré a mirar a los otros dos, porque simplemente, pasaba de verlos.

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