Capítulo 8: Tania.

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-¿Has visto? No era tan difícil.- dijo mientras me soltaba por fin. Me giré quedando cara a cara con él.

-¿Y que haces aquí?- pregunté.

-Bueno, tus padres me han usado como sorpresa para tu cumpleaños y me voy a quedar este fin de semana aquí.

-Ah, genial.- dije sarcástica.

Me giré y puse rumbo a mi habitación, la cual estaba a unos pasos nada más. Entré y no cerré la puerta porque sería muy descortés, pero aún así seguí con lo mío. Me tumbé de nuevo en la cama, me puse los cascos y seguí con mi royo con la música e instagram.

Decidí poner una canción de Ed Sheeran que me encantaba. Give me love.

Me metí en fotos populares y salían de vez en cuando fotos de One Direction y demás.

Pero me sorprendió ver una foto de Jesús en la que salía con Tania, muy pegados para mi gusto, en la playa, nadando.

Salí de Instagram al segundo y decidí ponerme a leer algo en Wattpad.

(...)

No sabía dónde estaba. Miré para todos lados pero solo veía blanco.

Poco a poco pude distinguir algunas figuras. Estaba en una ¿carretera?

Vi una silueta al otro lado de la carretera. Era un chico. No conseguía reconocerlo.

Empecé a escuchar el ruido de un motor acercarse, miré pero no conseguía lograr ver por donde venía.

De la nada un coche pasó a toda velocidad justo a mi izquierda. ¿Como pasó por ahí? No pude verlo venir, literalmente.

El sonido de otro motor rugiendo se coló en mis oídos. Miré para todos lados pero no conseguía ver ningún maldito coche.

De nuevo, pero esta vez por la derecha me pasó otro coche a toda velocidad.

De repente vi como un montón de coches pasaban por mis laterales. No sabía que hacer. Quedarme quieta en el sitio ¿o salir de ahí lo más rápido que pudiera?

La silueta seguía en la acera mirándome, supuse que me estaría esperando.

Justo en ese momento, sentí que era el momento justo para cruzar. Y así hice.

Corrí lo más rápido que pude hasta llegar a la silueta. Cayendo en sus brazos.

No sabía quien era, pero me sentía genial abrazándolo. Me sentía, no se, como que nada podía hacerme daño. Protegida.

La persona me correspondió el abrazo.

(...)

Me desperté asustada. Todo había sido una pesadilla.

Me quedé mirando al techo unos segundos intentando recordar el rostro del chico... Pero no lo conseguía.

Escuché unas voces hablar fuera de mi habitación.

Pero si la puerta la dejé abierta...

Me levanté y desperecé. Me acerqué a la puerta para intentar identificar las voces.

-Me da igual lo que hagas, haré lo que sea para recuperar la.- ¿Jesús?

-Lo llevas claro. Te ha olvidado por completo.- ¿Manuel?

-Ni que vivieras en su mente para saberlo...

-Pues a lo mejor si, ya ves.

Abrí la puerta intentando hacer el mínimo ruido posible, pero no. Sonó por toda la casa.

Los vi a los dos justo delante de mi puerta, parecían que se iban a matar.

Los dos giraron su cabeza para mirarme. Al instante se separaron.

-Manuel, puedes venir un momento.- le señalé dentro del cuarto.

-Claro.- le echó una mirada un tanto cómica a Jesús y pasó por mi lado. Cerré la puerta y lo miré.

-¿Qué haces aquí?

-Venía a verte.

-¿Y cómo has conseguido mi dirección?

-Inma.

-Vale, ¿y que se supone que estaba pasando ahí afuera?

-Estábamos hablando, simplemente.- se encogió de hombros.

Lo miré entrecerrando los ojos.

-Está bien. ¿Pero puedes venir otro día?

-Em, claro. No hay problema.

Salimos del cuarto y lo acompañé hasta abajo.

-Pues, hasta el lunes.- se acercó y me dio un beso en la mejilla. Me quedé petrificada.

Me sonrió y puso rumbo a su casa, seguramente.

Me giré para entrar en casa y vi a Jesús en medio de las escaleras mirándome.

Cerré la puerta de casa y subí de nuevo arriba esquivando a Jesús.

No hay nadie como tú ~ Gemeliers y tú. Segunda temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora