No hay nadie como tú ~ Gemeliers y tú. Segunda temporada.

Capítulo 18: Dani.

-_____, ¿estás bien?- Dani me sacó de mis pensamientos.

-¿Eh?- lo miré.- Ah, si, si.- intenté sonreír.

-Pues no lo parece.- lo vi de reojo como tenía la intención de sentarse al lado mía.

Me levanté rápido y salí disparada a las escaleras.

Ya tenía los ojos tan lagrimosos que no veía nada.

-¡Ten cuidado que te vas a caer!

Pegué un trompicón en las escaleras que casi me caigo rodando pero menos mal que iba agarrándome a la barandilla.

-¡Te lo dije! ¡Ten más cuidado por dios! ¡Si te llega a pasar algo Jesús me mata!

"Si, Jesús te va a matar lo que yo se." Pensé para mi.

Llegué a mi cuarto, empujé la puerta nada más entrar pero no llego a cerrarse.

Me senté en la cama.

Una vez más desbloqueé el móvil.

Galería, WhatsApp Images. Y ahí estaba, la primera de todas.

Ya no aguanté más.

Las lágrimas no paraban de salir.

Alguien entró al cuarto, pero la verdad que ahora me daba igual.

-¿Qué pasó? Sabes que me puedes contar lo que sea.- me dijo. Se sentó a mi izquierda.- Di me que pasó.

Sin embargo, no dije nada. Una imagen vale más que mil palabras, y le mostré la imagen.

-Hijo de...

Bloqueé el móvil y lo tiré a un lado de la habitación. Me daba igual si se dañaba o algo. Total, mi móvil era de fuerte como un nokia.

-Ven aquí.- sus brazos me rodearon. Tampoco es que me reconfortaran mucho, eran iguales que los de su hermano...

Viera como lo viera, me recordaba a su hermano.

Viera lo que viera.

Era demasiado igual a él.

Lo estaba mirando detenidamente.

Estaba comparándolo con él.

Entonces me di cuenta de que puede que él fuera el bueno de la historia, todo el tiempo. Puede, que siempre haya sido él, y no Jesús.

Tal vez, el fallo que hubo en el pasado hubiera sido por algo, ¿no?

Jesús no me dejó explicárselo, y cuando lo hizo no volvió para arreglarlo. No quiso.

Y ahora, cuando ya lo tenía casi olvidado, ¿va y me besa?

Me besó.

Y lo malo fue que me gustó.

Y lo peor fue que me engañó.

Al fin y al cabo todo fue un engaño.

A cada error, una solución.

-Eres demasiado parecido a tu hermano.- le dije mirándolo a los ojos.

-Se lo que pasó ayer, y con lo de hoy... Yo nunca le haría eso a una chica...- los ojos volvieron a aguarse. Parpadeé para poder verlo.- En eso no nos parecemos.

Se acercó e hizo lo que menos me esperaba en ese momento.

Me besó.