CAPITULO 14

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Enzo había faltado un par de días a la escuela, cosa que había dejado a todos inquietos, los chismes corrían más rápido que el agua de río, así que fue fácil que toda la escuela se enterará.

Pero llegó el día, un lunes cualquiera, en clase de Geometría (Clase la cuál compartía con Julián).

La puerta sonó varias veces, la clase ya había empezado, el profesor se dirigió a abrir la puerta con el ceño fruncido por la interrupción.

— ¿Puedo pasar? Se me hizo un quilombo en el depa.

Aquella voz que Julián amaba con toda su alma resonó por el salón de clases, pero aún no lo veía, quería verlo, alzó la mirada tratando de lograr su objetivo.

Esperaba a ver a su tierno Enzo, él que había cambiado solo para hacer sentir más cómodo al cordobés, pero tuvo algo totalmente diferente.

El morocho mostraba sus brazos llenos de tatuajes, los cuales siempre habían estado ahí, de su cuello colgaban cadenas, sus manos eran adornadas con pulseras de metal, mientras que sus dedos tenían anillos, dejo ver su pircing en la nariz y en la ceja, está estaba cortada, una gorra puesta al revés también adornaba su cabeza.

Julián abrió los ojos, se veía idéntico al primer día que lo conoció, estaba totalmente confundido ¿Por qué? Él se veía tan bien antes, pero tampoco era tonto, sabía que el Enzo que él amaba no era el Enzo con el que el morocho se sentía cómodo.

El profe con un bufido lo dejo pasar, el único lugar libre era a lado de Julián, Fernández apretó los puños, pero se mostró indiferente.

Se sentó a lado del cordobés, este inmediatamente le empezó a susurrar.

— Enzo...¿Podemos hablar? Te ves bien...Necesito que me escuches, porfavor. -Su tono de suplica hizo que el corazón de Enzo doliera.-

Pero aún así, no le dirigió la mirada, actuó como si no hubiera escuchado nada, Julián sentía su corazón romperse igual.

— Enzo, porfavor...

¡Señor Álvarez! ¿Tiene algo que compartir con la clase? -Menciono visiblemente enojado el profesor Iniesta.-

Julián se pensó muy bien lo que haría, pero, siendo honesto con el mismo, no tenía nada que perder.

Se levantó de golpe, llamando la atención de todos en el salón.

— De hecho si, si tengo algo que decir. -Dirigio su mirada a Enzo.- Enzo, amor...De verdad necesito que me escuches, si quieres no me perdones, pero necesito que me escuches.

Enzo estaba mordiendo tan fuerte su labio que sabía que esté estaba apunto de sangrar, siguió manteniéndose al márgen, sin inmutarse, pero su mirada temblaba.

Se levantó del salón para tomar su mochila e irse.

— Voy a enfermería, tengo una gripe del orto.

Le dijo Enzo al profe, porque si, ellos le tenían mucha confianza a ese profesor, tanta que le hablaban así, menos cuando estaba de malas. Apenas salió del salón, asegurándose que ya no estaba a la vista de ninguno de los alumnos, se echó a correr intentando no derramar ninguna lágrima en el transcurso.

Julián por otra parte miraba el asiento vacío de Enzo, apretando los puños con impotencia, inmediatamente se tiró al piso empezando a llorar.

Todos en el salón se veían confundidos, menos dos...Dos sonreían cínicamente.

— Así que esa es la debilidad del cordobés eh... -Sonrió Sergio ramos, susurrando lo suficientemente alto para Ozil escuchará.-

Ozil no entendía muy bien el español del todo, pero por la sonrisa de su amigo supuso que era algo bueno, así que también sonrió de la misma forma.

𝐔𝐍 𝐓𝐈𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑 || SHIPS VARIADOS || (AU ESCOLAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora