025.

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Ronal y Tonowari mirando a su primogénito con leve decepción.

—¿Seguro? —Tonowari tenía una mirada severa, muy diferente a las otras veces en las cuales estaba enojado.

Ao'nung asintió.

—No —Ronal caminó hacia atrás—, no voy a aceptar ésto.

Tonowari suspiró cansado, creía que al menos a ésta edad sus hijos serían más maduros y responsables.

Bueno, al menos Tsireya lo era.

—Bien —Tonowari cerró sus ojos y extendió su mano.

Ao'nung tembló por un momento.

¿Realmente estaba haciendo lo correcto?

No, eso no era lo correcto, era lo que su corazón pedía a gritos.

—Tonowari —la voz de Ronal se escuchó tan diferente.

Ella puso su mano en la muñeca de su esposo, evitando que él extendiera más su mano a su hijo.

La tensión estaba en ellos también, en privado o frente a sus hijos, Ronal se dirigía a su esposo como “Ma-Tonowari” y viceversa.

Ésta fue la primera vez que Ao'nung escuchó a su madre llamar a su padre por el nombre.

—Es la decisión de él —el abrió sus ojos y miró a su esposa—, está demasiado grande para saber lo que es correcto y lo que no, lo que traerá consecuencias y lo que no.

Ronal miró a su hijo con notable decepción esta vez, soltando la mano de su esposo bajó sus orejas y su mirada.

Ao'nung tenía el mismo semblante de su madre, sus orejas bajas, su cola inquieta.

Tonowari tenía una postura dominante, como el líder que era.

Extendió su mano completamente a su hijo, su voz salió fría.

—Entrégame tus joyas. Estás desheredado.

Ao'nung suspiró, como si liberara algo de su ser. Con cuidado empezó a quitarse aquellas joyas que lo caracterizaban como hijo del líder, aquellas joyas que le daban su característico poder.

Se las quitó sin pesar alguno.

Ronal apoyó su frente en el hombro de su esposo, sollozando con dolor, con decepción.

Tonowari recibió las joyas de su primogénito, incluyendo la de su nacimiento.

El líder apretó aquellos accesorios en su mano con dolor.

Ao'nung sintió su corazón su apretujarse ante el rostro de sus progenitores, pero para que negarlo, se sentía libre.

Tsireya, la cual estaba en el fondo, le sonreía con felicidad, su nariz estaba levemente arrugada y asentía con aprobación mientras le hacía un 'bien' con sus manos.

Ao'nung sonrió por instinto, le alegraba que su hermana lo apoyara en aquella desición. De toda su familia, Tsireya era siempre la que estaba del lado de él.

Aunque Ao'nung ahora no tuviera su rango, haría cualquier cosa por Tsireya.

Cualquier cosa.

Finalmente el primogénito salió de su hogar, respirando con profundidad. Se sentía diferente.

Caminó por el pueblo, éstos lo saludaban con normalidad, después de todo seguía siendo el primogénito del Awa'atlu.

En el camino se encontró a Hum'ìso, quién lo miró extrañada al verlo sin sus características joyas.

Conceited - Aonung (Avatar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora