Conceited - Aonung (Avatar)

019.

Maratón 1/?

Lo'ak salió de agua, llevando su mano a su rostro para limpiarlo.

Askari salió un poco lejos de él, respirando con dificultad.

El contrario se acercó a ella nadando, una sonrisa tenía en su rostro.

—¿Lo encontraste? —ella cuestionó con leve esperanza en su voz.

—Realmente es difícil en esta oscuridad.

Y era verdad, ambos habían salido antes del amanecer para evitar preguntas por parte de la familia de Lo'ak, y por supuesto de Ao'nung.

Desde que le pidió la joya de vuelta, había estado mas pendiente de Askari de lo normal, ni siquiera con su prometida, que ya la mayoría del pueblo la conocía.

Eso incluía a Askari y Lo'ak.

—Lamento traerte aquí Lo'ak, realmente no debías...

—No —él la interrumpió—, yo quise venir.

De las manos del chico salió una pequeña caracola brillante, las caracolas eran comunes, pero aquellas con luminiscencia se encontraban escasas veces en la superficie.

—La encontré y me recordó a ti —este le sonrió.

Askari sonrió conmovida. Tomando las manos de Lo'ak para cerrarlas con suavidad.

—Guárdala con cuidado, afortunados son quienes encuentran una de estas caracolas —explicó ella.

Lo'ak guardó aquel pequeño objeto en su bolsita, así ambos contaron hasta tres y volvieron a sumergirse en aquellas aguas.

No supieron cuánto tiempo estaban así, pero luego de unas horas ambos se encontraban en tierra, mirando como el cielo ya estaba claro.

No decían nada, sus pechos subían y bajaban por la agitación de nadar. Sus manos estaban cerca, sin embargo ninguno se atrevía a juntarlas.

—Askari... —éste susurró el nombre de su compañera.

—Dime —respondió ella a la par que cerraba sus ojos.

—Verás, yo...

El sonido de la corneta a lo lejos los hizo levantarse de inmediato, mirándose entre si y luego el arrecife.

—¿Que puede ser? ¿Por qué suele sonar la corneta? —el tono de preocupación era obvio.

—Llegadas de imprevisto, ya sean de na'vis, o...

Ambos temieron lo peor, Lo'ak por experiencia y Askari por las cosas que Lo'ak solía relatarle.

Volvieron rápidamente al agua, llamando a los ilus que habían llevado con anterioridad, así ambos se sumergieron para un viaje más rápido.

Lo'ak no tenía esa facilidad de ver bajo el agua mientras nadaba rápidamente, sin embargo Askari si, eso era gracias a la membrana que poseía sus ojos.

Gracias a ella pudo notar a lo lejos el bello paisaje de la llegada de los Tulkum, y como algunas personas se tiraban al agua para recibirlos.

El corazón se la primogénita se aceleró, después de mucho tiempo podría reencontrarse con su hermana espiritual.

Salió del agua, Lo'ak imitó su acción.

—¿Que es lo que sucede? —cuestionó al ver el paisaje.

Los ojos amarillentos de este no se despegaban de la felicidad que emanaba aquel escenario.

—Los Tulkum han regresado —la sonrisa de Askari era inigualable—, ¡ven, vamos!