Conceited - Aonung (Avatar)

024.

—Se nota que disfrutas el pescado —comentó con sarcasmo.

Askari parpadeó rápidamente, levantando su mirada para encontrar a Ao'nung en la entrada.

De inmediato, Askari notó la mano de su compañero sangrando, sin embargo se sentía tan ajena a ella misma que no pudo pronunciar palabra.

Ao'nung se adentró a la tienda, la malla se hundía cada que él daba un paso.

Askari estaba tan a fondo de la pequeña tienda, tan aislada aunque no hubiera nadie a su alrededor.

Finalmente, con una pequeña sonrisa él se sentó frente a ella, ahora era ella quien mantenía un semblante inexpresivo.

—¿Está todo bien? —murmuró él, tomándole la mano con su mano que no estaba herida.

Ella estaba fría, al igual que su comida. Rápidamente Askari puso una suave sonrisa en su rostro, dejando su tazón a un lado.

Como si tratara de evitar que Ao'nung preguntara por su estado.

—Estás sangrando —le dijo a pesar de ser algo obvio.

—Ah —el cerró su mano, mostrándose sereno—. No hay nada de que preocuparse.

Él le dio un pequeño apretón a la mano de ella, agrandando más su sonrisa. Sintiendo todos sus sentimientos negativos disiparse ante la presencia de ella.

—Creí que estarías cenando con tu familia —ella rehizo su postura, sin soltar el agarre de sus manos—, ¿no tienes problemas al estar aquí?

A pesar de haber tocado tal tema, las palabras de Askari fueron suaves, como si supiera lo que le afectaría a Ao'nung mencionar aquello.

Al mismo tiempo, una pequeña sensación de sentirse completo habitaba en ambos, quizá, eso significaba el tsaheylu. Porque a final de cuentas, ellos estaban unidos.

—¿No te gustaría ser mi familia por ahora? —él ensanchó su sonrisa, su mirada era cariñosa.

—No tengo comida hecha para darte.

Ao'nung soltó una carcajada, soltando su mano y tomó el tazón con la comida de ella, así se levantó.

—No te preocupes, yo lo puedo preparar para mí, además de que te calentaré ésto —el tocó con su mano aquel pescado—, está helado Askari, ¿realmente planeabas comerlo así?

Ella levantó sus hombros, aún sentada.

—No tuve presente cuánto tiempo pasó, planeaba comerlo caliente.

Ao'nung la miró un tanto incrédulo, parecía estar normal ahora, algo tenía e iba a descubrirlo.

Aunque lo iba a dejar pasar por ahora, ella no parecía estar en las condiciones de hablar por el momento.

Él prendió aquella fogata, sorpresivamente la comida de Askari ya estaba lista para cocinar. Los pescados descamados, la fruta sin cáscara.

—¿Cuándo te vas? —cuestionó, insertando el pescado crudo en un palo y el de ella en otro.

—Si mi padre no aparece el día de mañana, el día siguiente parto —ella apoyó sus brazos en sus piernas, apoyándose así completamente en sus brazos—, no estaré para tu boda. Lo lamento.

Ao'nung hizo una mueca de fastidio.

—Ni siquiera esta segura esa boda —él miró la fogata, sus ojos se perdieron en ella, el ambiente era mas cálido a comparación de cuando llegó.

—¿Problemas con Hum'íso?

Ao'nung no contestó.

—Askari —la llamó, su voz volvía a ser propensa a romperse—, ¿me quieres?