EXTRA 2 - Una rosa y un libro

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EXTRA 2

Una rosa y un libro


Hace mucho tiempo, en Montblanc un feroz dragón capaz de envenenar el aire con su aliento, tenía atemorizados a los habitantes de la ciudad. Los habitantes, asustados y cansados de sus estragos y fechorías, decidieron calmarle dándole de comer a una persona al día que se elegiría por sorteo. Después de varios días, la mala suerte le tocó a la princesa. Cuando la princesa abandonaba su hogar y se dirigía hacia el dragón, un caballero llamado Sant Jordi, con brillante armadura y caballo blanco, apareció de repente para ir a su rescate. Sant Jordi alzó su espada y atravesó al dragón, liberando por fin a la princesa y a los ciudadanos. De la sangre del dragón brotó un rosal con las rosas más rojas que jamás se habían visto. Sant Jordi, triunfante, arrancó una rosa y se la ofreció a la princesa.

Los grandes ojos color zafiro del pequeño Thomas miraban embelesado a su padre Frenkie que leía con vehemencia aquella famosa leyenda de Cataluña; mientras los gemelos Martin y Armin quedaron en silencio después de haber escuchado la narración, ellos sabían de memoria aquella leyenda gracias a su hermana mayor Klara que era una de las tantas historias que escuchaban antes de dormir. En realidad extrañaban mucho a su hermana, no era lo mismo escuchar a su "tío" Frenkie narrándoles este cuento.

-sé que se fue hace poco tiempo pero extraño a Klara- susurró Martin mientras agachaba la cabeza, su hermano Armin le abrazó susurrando algunas palabras a su gemelo para que lo tranquilice pero era en vano- a ella le encantaba este cuento y todos los años, como este día se emocionaba con papá Pablo buscando un libro para regalar a nuestro papá Robert. Quiero ir con mis papás, tío Frenkie.

-no podemos!- exclamó Armin, mientras dejó de abrazar a su gemelo y fue hacia el rubio que mecía a su bebé- tío Frenkie, dile a Martin que no podemos ir hasta que papá Robert nos avise que ya llegó nuestro hermanito. Papá Pablo nos hizo prometer que no hiciéramos travesuras, sé que hoy faltamos a la academia pero nos perdonaran si logramos anotar dos goles cada uno en el siguiente partido.

Frenkie suspiró al ver la angustia que se mostraba en el rostro de los gemelos Lewandowski Páez, pensó que cuidar a Martin y Armin mientras esperaba con ansias alguna novedad en la clínica sería algo fácil de realizar. Su hijo Thomas pataleaba, extendiendo sus pequeñas manitos hacia los gemelos mientras balbuceaba; Frenkie escribió a Robert pero no obtuvo respuesta alguna.

-Martin, Armin alístense! Nos vamos al hospital- Frenkie se levantó con algo de dificultad de su cómodo sofá por tener entre sus brazos a Thomas y sonrió al ver la algarabía de los gemelos- yo también quiero saber cómo está Gavi y Robert, además que Pedro no llega de su entrenamiento...

-gracias tío Frenkie- los gemelos abrazaron al rubio, después entre risas fueron a la habitación donde estaban sus pertenencias- avisaremos a Laura que iremos al hospital, le pediremos que le acompañe Ciro.

Frenkie suspiró algo cansado, su bebé le miraba fijamente mientras seguía balbuceando. El rubio sonrió a su retoño y empezó a llenarle de besos por todo su rostro mientras Thomas reía por la acción de su papá.

Pedro y él habían pasado por tantas dificultades para poder concebir un hijo, fueron momentos de gloria en su carrera futbolística pero al momento de querer formar su familia se veía interrumpido por el infortunio, pasando varios años mirando a lo lejos como sus amigos y compañeros arrullaban a sus hijos mientras la pareja Gonzales de Jong anhelaba un hijo. Pedro nunca perdió las esperanzas pero para Frenkie era demasiado dolor y justo en el momento cuando decidió abandonar aquel sueño llegó el pequeño Thomas a la vida de la pareja, completando la felicidad de Pedro y Frenkie.

-en serio eres una copia exacta de Pedro- susurró Frenkie mirando con ternura a su bebé, meciéndole entre sus brazos

-pero los ojos de Tommy son de tu mismo color, Honey- aquella voz masculina hizo estremecer al rubio y al ver a su esposo con un ramo de rosas respiró profundo para no empezar a llorar ahí mismo- feliz Sant Jordi, mi amor. Sé que usualmente te regalo tulipanes pero la tradición menciona que sean rosas- Pedri se acercó donde su marido, le dio un beso en la frente.

Frenkie aceptó gustoso el encantador obsequio de su esposo, el pequeño Thomas se lanzó a los brazos de su otro padre y Pedri abrazó a su hijo en una muestra de saludo después de una larga jornada de entrenamiento, haciendo algunas muecas para que el bebé empiece a reír.

-hablando de tradiciones, feliz Sant Jordi, Pedro- Frenkie entregó un libro ilustrado al número ocho del club Barcelona, Pedri no comprendía del todo el actuar de su guapo esposo- la tradición dicta que debería regalarte un libro, así que te regalo un libro para que puedas leerlo a nuestro Tommy antes que duerma.

-muchas gracias, honey pero...- el sonido de su teléfono móvil interrumpió su conversación, Pedri contestó la llamada y después de unos minutos miró a su esposo con una gran sonrisa - es Robert! Nos llamó para avisarnos que el bebé nació y Gavi está bien, dijo que avisaría a Lionel y a Memo para que puedan llevar a Laura con ellos.

Las calles de Barcelona eran adornadas por rosas en la mayoría de color rojas y los libros eran la atracción principal en este día, una fecha especial para las personas enamoradas y románticas pero para la familia Lewandowski Páez es la llegada de su nuevo integrante a la familia.





Destinados / Lewandowski x GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora