Encuentro inesperado

3.1K 382 68
                                    


Encuentro inesperado

(Robert Lewandowski)


El mundial comenzó dando muchas sorpresas no solo para los aficionados del futbol, sino también para nosotros los jugadores. No puedo negar que los sentimientos de triunfo lo tengo a flor de piel; ver a la muchedumbre vitorear y alentar a su selección, a pesar de las tantas prohibiciones que tiene en este país, me entregaba esa ansiedad de pisar el campo y salir por la victoria de mi equipo. Se escuchaba las ovaciones de parte de la hinchada Mexicana, sonreí al pensar que ellos parecen los locales por la alegría que transmiten en el ambiente del estadio 974.

Antes de colocarme la banda del capitán revisé mi teléfono celular y una cálida sensación embargó todo mi ser al ver una fotografía que me envió mi hermana Milena: mis pequeñas hijas Klara y Laura agarrando de la mano a un sonriente Pablo mientras portaban con orgullo la camiseta de Polonia, mi apellido y mi número correspondiente. Nunca pensé que en estas alturas de mi vida podría tocar el cielo, me siento bendecido al tener mis pequeñas hijas bajo mi protección y apoyándome a mi lado mí querido omega Pablo.

Antes de salir de los vestuarios, que por cierto eran hechos en su gran mayoría con contenedores, nuestro equipo técnico nos dio algunas recomendaciones para el enfrentamiento de nuestro debut y en medio de gritos lográbamos sacar esa euforia y nerviosismo. Esperé que todo mi equipo saliera del vestuario y calmadamente me enrumbé hacia lo que más me apasiona hacer, pero todo esto se desmoronó en tan solo unos segundos.

-Robert!- aquella voz, esa voz no había escuchado desde hace mucho tiempo y mi cuerpo giró hacia la persona que pronunció mi nombre. Sentí como si mi alma se salió de mi cuerpo al verlo y mi alfa interior rechazaba aquella presencia- buena suerte- me besó en la mejilla y se marchó, dejándome paralizado en medio de un partido importante en la cual yo debería ganar.

Está de más mencionar que este partido no fue uno de los mejores y no puedo culpar a ese último encuentro con esa persona ya que como profesional debería de controlar mis sentimientos y emociones para enfocarlos en la victoria, al mismo tiempo mencionar el estrés de escuchar la disconformidad de mis compatriotas por mi rendimiento en el campo. El equipo tricolor obtuvo la mayor parte del enfrentamiento dominando el partido y resaltar el espléndido trabajo que hizo su portero para impedir un gol mío en un penal decisivo para ambos equipos. Suspiré al pensar toda la avalancha de críticas que recaerían en mis hombros, me lo tengo bien merecido.

Al llegar la selección con los ánimos por los suelos al lujoso hotel a pesar del empate, visualicé a lo lejos a mi encantadora familia: Pablo se le notaba muy nervioso mientras cargaba a una dormida Laura, mi hija Klara al parecer le trataba de hacer alguna conversación mientras bostezaba y siendo consolada por una caricia en la cabeza por parte de mi omega, mi madre y mi hermana conversaban entre ellas con un semblante de preocupación. Respiré profundamente y me acerqué hacia las personas que tanto adoro.

-papá!- exclamó Klara corriendo para darme el alcance y la cargué para llenarle de besos en su mejilla, mi princesa se acurrucaba cerca de mi cuello- Laura se durmió, ella es una bebé pero también fue a verte! Gavi vino con nosotros pero pienso que papá está triste- mi pequeña me miró fijamente, recordé que Pablo mencionó que cada vez que Klara le miraba a los ojos es como si pareciera que le leyera la mente, así que intenté esbozar una sonrisa para calmar a mi niña- no te preocupes, papá siempre hace muchos goles y de seguro hará un gol prontito...- me abrazó con fuerza mientras bosteza- tengo mucho sueño...- susurró mientras se acomodaba entre mis brazos

Le hice una seña para que Pablo me siguiera hacia la habitación de nuestras hijas, el trayecto se realizó en total silencio mientras caminábamos en aquellos pasadizos llenos de glamour y elegancia, tenía tantos pensamientos rondando en mi cabeza pero el aroma a lavanda que emitía Pablo hacia que me tranquilizara. Al llegar a nuestro destino, dejamos a nuestras pequeñas princesitas descansar cómodas mientras nos aseguramos que nada les incomode. Nos despedimos con un beso en la frente y suaves palabras para que tengan un agradable sueño.

-Lawenda...- susurró Pablo antes de salir de aquella habitación, su mano sujetaba con fuerza la mía y su mirada aun mostraba angustia. Acaricié su mejilla para calmarlo- perdón por lo que haré, no debería hacerlo estando nuestras hijas tan cerca pero mi omega interior me exige que lo haga

Sentí su lengua pasar por mi mejilla donde horas antes habían depositado aquel beso maldito, un agradable escalofrío recorrió todo mi ser al ser besado por Pablo con tanto amor y ternura mientras susurraba entre besos que era suyo, mi alfa interior se tranquilizaba por el acto de mi destinado. Posé mis manos en su cintura, lo acerqué más a mi cuerpo y besé con pasión sus apetitosos labios, dándome aquel consuelo que necesitaba mi alma y llenándome de alegría por tenerlo entre mis brazos.

-Pablo, escúchame mi amor, yo me...- junté mi frente mirando sus hermosos ojos color caramelo pero justo cuando quería confesar lo que ocurrió antes del partido, recibió un mensaje a su teléfono móvil.

-Es Pedri avisando que vino a recogerme junto con Pau y Ferrán- habló lo más suave posible para no interrumpir el sueño de nuestras pequeñas- mañana tenemos que enfrentarnos contra Costa Rica. Lawenda, sé que eres un excelente jugador y aún hay más chances para avanzar, no te desanimes porque yo también daré mi mayor esfuerzo, te apoyaré con todo mi corazón y mis fuerzas. Te amo demasiado

-yo también te amo, Pablo. Nunca lo olvides- no pude evitar regocijarme al verlo sonreír con sus mejillas sonrojadas, era la primera vez que ponía en palabras el sentimiento que tenía hacia mi omega destinado. Agarré sus manos con tanto cariño y los besé sin desviar mi mirada en sus ojos- mañana quiero verte dar lo mejor de ti, estoy seguro que vendrás a mis brazos saliendo victorioso en tu debut. Nuestras hijas y yo iremos apoyarte.

Me pidió que me quedara velando un poco más el sueño de Klara y Laura; mientras él se enrumbaba junto con sus compañeros a la universidad de Qatar, lugar donde se hospeda la selección española de futbol. Suspiré agotado mientras miraba desde la ventana de la habitación el paisaje nocturno de aquella ciudad, no pude contarle a Pablo con quien me encontré y creo que fue mejor ya que mañana él tiene que estar en su mejor condición.

Destinados / Lewandowski x GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora