Destinados / Lewandowski x Gavi

Transición - parte dos

Transición – parte dos

(Pablo Martín Páez Gavira)

-Papá, mamá, Aurora; necesito decirles algo importante- sujeté la mano de Lawenda con fuerza, el aroma del hombre que amo hizo tranquilizarme- Robert Lewandowski es mi alfa destinado; él tiene dos hermosas y encantadoras hijas a las que yo anhelo proteger, cuidarlas y sobretodo quererlas- me sonrojé al ver los hermosos ojos zafiros de Robert, tenían un brillo especial, escuchaba los susurros de mi familia acompañado con algunas risillas- si hay la oportunidad de hacer la transición para que las pequeñas puedan estar también bajo mi tutela, lo aceptaré con honor.

Recordé aquella conversación con mi familia; mis padres y mi hermana nos felicitaron al hacerles saber que Robert y yo somos destinados, ya que encontrar a tu "destinado" era muy complicado. Mi hermana susurraba lo afortunado que era y mis padres aceptaron mi decisión, alegando que ya había cumplido mi mayoría de edad y sin importar las decisiones que me enfrente, ellos siempre estarán apoyándome. A pesar de los crueles momentos que pasamos, eso nos ayudó para estar juntos.

-Gavi, mi maestra Aurora hoy nos enseñó sobre las castas- yo estaba arrullando a una adormilada Laura mientras mi princesita mayor Klara se había sentado a mi lado revisando sus apuntes de la escuela- dijo que todos tenemos una casta y son: alfa, omega y beta; podría saber mi casta cuando sea más grande, papá es alfa y quisiera ser como él!- exclamó emocionada mientras posaba su cabecita en mi hombro- yo pensé que los alfas y los omegas tenían un aroma y todos podríamos olerlo, pero la maestra nos dijo que si eso pasara todo sería un caos!- mi pequeña empezó a reír mientras con sus manitos hizo un ademan de explosión- pero solo puedes oler el aroma de tu persona "destinada"; yo quiero que mi "destinado" viva en un gran palacio y seamos felices para siempre, como en el cuento que nos leíste hace rato. Gavi, tú también quieres encontrar a tu destinado?

-ah... veras- no pude evitar tartamudear ante la pregunta de Klara, intenté buscar las palabras adecuadas para explicarle que su papá es mi destinado pero mi mente estaba en blanco- todos anhelan encontrar su destinado pero yo...

-mami, ¿que huele papi?- sentí que se me heló la sangre al escuchar las palabras de mi hija menor, mal momento se despertó Laurita. Ella se acurrucó casi cerca de mi marca recién hecha y suspiró- mami sabe...

Klara me miró fijamente, por Dios! Esa mirada siempre me hace dar algo de temor, parece como si estuviese leyendo mis pensamientos. Justo ese momento escuché el auto de Robert estacionarse y la mirada de Klara cambio a uno de alegría y emoción. Suspiré algo tranquilo por zafarme de este momento incomodo pero ahora tenía más miedo porque empezaría el momento terrible. Agarré de la mano a Laura para ir a darle la bienvenida a Robert, pero me sorprendió que Klara también agarró mi mano que estaba libre. Sentí mi omega interior regocijarse de la actitud de mi pequeña hija.

Respiré profundamente al percibir el aroma de Lawenda y vi al delantero polaco acercarse hacia nosotros y nos abrazó con fuerza. Sentía a través de la marca que él también estaba ansioso y solté mis feromonas para tranquilizarlo, Robert susurró un "gracias" cerca de mi oído.

-mamá!!!- Klara se separó del abrazo grupal al darse cuenta de la presencia de su progenitora- Laura, mamá esta aquí!!! Ven!!!

Mis ojos se posaron en aquella omega que nos estaba mirando con una gran sonrisa, ella es una persona muy atractiva y acariciaba con ternura su abultado vientre, respiré profundamente al sentir la necesidad de alejar a mis niñas de aquella omega. Klara agarró de la mano de su hermana menor para ir donde estaba Anna pero a mitad del recorrido mi pequeña Laura se detuvo abruptamente; Robert me agarró de la mano y le susurré que todo estará bien.

-mami!!- Laura se dio la vuelta y corrió hacia mis brazos llorando, la cargué mientras le daba algunos besos en su cabecita tratando de calmarla y Robert le dio un beso en la frente a nuestra bebé - mami!!! Mami... no quiero...- hipaba llorando mientras ella inconscientemente buscaba acurrucarse cerca de mi marca

-pero Laura!- gritó Klara mirando a su hermanita al ver que no tenía la atención de Laura, ella caminó hacia Anna con los brazos abiertos para darle un abrazo- no te preocupes mamá! Laura es pequeña y aún no sabe lo que dice, sabía que vendrías a vernos y tengo muchas cosas que...- estando a escasos pasos de su progenitora se detuvo, mi omega interior se estremeció al verla temblar y adicionando los sentimientos que percibo a través de la marca me daba a entender que el alfa interior de Robert estaba furioso- mamá quiero abrazarte, pero mi cuerpo no quiere... yo...- con lágrimas en los ojos dio le dio la espalda al omega embarazada y corrió hacia nosotros, abrazando con fuerzas mis piernas- Gavi, por qué no puedo abrazar a mi mamá y solo quiero abrazar a papá y a ti?

-mi niña preciosa- hablé con pesar al verla temblar, Robert tomó de mis brazos a nuestra bebé Laura y me agaché para consolar a Klara, la niña me abrazó y también realizó la misma acción de su hermanita: buscar tranquilidad cerca de la marca que me dio su padre

Escuché el gimoteo de la omega embarazada y posé mi atención en ella, Anna miraba con una gran tristeza y dolor a las niñas mientras algunas lágrimas rodaban por sus mejillas. Su cabello recogido hacia mostrar la marca que lucía con orgullo; ese era el motivo del rechazo de Klara y Laura: su progenitora había creado un lazo mayor con otra persona por la marca. Al buscarme y consolarse en mis brazos, me habían elegido inconscientemente que sea su "madre", no puedo negar que estaba feliz que el proceso de transición fue un éxito pero hizo mucho daño a las pequeñas. La que podría afectarle más era Klara ya que ella tiene la mayor cantidad de recuerdos con su progenitora

-Klara, sé que eres una niña inteligente y necesito que me escuches un momento- Anna habló tratando de calmarse, pero era en vano ya que aún estaba llorando. Klara posó sus grandes ojos en su progenitora- mamá encontró a su "destinado", no es tu papá pero es una persona a quien yo amo muchísimo. Por el momento no podemos ni siquiera acercarnos porque te afectaría mucho pero quiero que sepas que te amo demasiado, al igual que Laura. Siempre estaremos hablando por videollamadas, mensajes...- respiró profundo para seguir con su discurso- Robert estoy segura que darías hasta tu propia vida por las niñas, no hay necesidad que te diga lo que siempre has estado haciendo: cuidarlas y amarlas. Pablo Paéz; desde hoy eres la "madre" de Klara y Laura, los papeles ya están firmados y los entregué a tu alfa destinado- sonrió mientras se limpiaba sus lágrimas con un pañuelo- espero que algún día me llegue la invitación de su boda.

Con una venia Anna se retiró de nuestro hogar, alegando que su alfa estaba esperando por ella. Ahora miraba desde la cama de Lawenda como dormían plácidamente mis pequeñas mientras mi Robert me dio un beso en la frente y acarició mis cabellos consolándome que lo peor había pasado.