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PARK SUNJI:

― No estarás más en tu jodido cuarto deprimida por un idiota ― Recalcó molesta, trago en seco y aplicó rubor a mis mejillas ― A él le caerá como una patada en el culo que tú seas feliz sin buscarlo.

Suspiré sin poder contradecirla, aún frente al tocador, con un maquillaje bonito, un olor impecable y una vestimenta acordé a una fiesta, me sentía decepcionante. Hyemin, era novia de mi mejor amigo Sojun, el chico que me hizo abrir el Instagram de Tae. Que por cierto pasaría en un par de minutos para llevarnos a una fiesta que sería organizada por un chico famoso entre los estudiantes de varios institutos, a veces me gustaría tener tal popularidad, pero yo solo existía.

Cuando el motor del auto de Sojun rugió, Hyemin me tomo con apuro y ambas corrimos escaleras abajo con apuro, por mi parte intentaba no matarme con tacones altos, mientras ella usaba plataformas.

Ella corrió a besarlo, mientras yo cerraba la puerta de mi casa, los vi transfiriendo babas. Me senté en la parte trasera del auto. La música de la radio sonó y al rededor de unas cinco canciones habíamos llegado.

Esto era un completo lío, había una serie de autos deportivos fuera, las chicas con vestidos cortos y ajustados, especiales para la ocasión, unos cuantos chicos ebrios y otros solo recostados en una tumbona. La gente se dividía en varios grupos; Los que estaban en la piscina, los que jugaban en la mesa de billar, los que jugaban póquer, los que se tocaban hasta el alma, los que solo bebían, y los que no sabían donde estaba y ni porque estaban ahí.

― Nena, no pongas esa cara ― Insistió Hyemin con sus consejos. Arrugue la nariz y ella prosiguió ― Eres una mujer jodidamente hermosa y puedes conquistar a cualquier inepto de esta fiesta, no estés triste y diviértete.

― Eso intentaré ― Dije finalmente para alejarme de ambos.

Pues eso hacía la mayoría de fiestas a las que íbamos. Era un poco incómodo estar en el medio en momentos íntimos y ellos eran pues... Bastante íntimos.

Me adentré más al lugar, justo dentro de la casa, pero para mi suerte este lugar estaba aún más repleto de gente que el anterior. Opte por esquivar a la mayoría y llegar hasta la barra de licores, pedí una piña colada, pues quería comenzar la noche de buena manera.

Camine con mi bebida por el lugar en busca de Sojun y Hyemin. Mis ojos se toparon con un rubio parecido a la cabellera de Hye así que camine rápido atravesando el gentío. En medio de la persecución una chica completamente ebria se me atravesó, por lo tanto, choque con ella y derrame mi bebida en mi vestido.

― Dios, lo lamento tanto ― Se disculpó, yo negué intentando calmarla ― La verdad no me fijé

― No te preocupes, yo iba demasiado rápido ― Insistí.

Ambas dejamos el asunto ahí, mientras por mi parte perdí la cabellera rubia de Hyemin, así que decidí ir al baño con anterioridad, mi vestido rogaba por ello.

Al pasar a unas cuantas personas ebrias llegué a mí destinó, pero para mi suerte se encontraba ocupado, así que espere unos minutos, miré la mancha y me golpee mentalmente, era un vestido hermoso como para ser arruinado.

― Tus ojos son bonitos ¿Ya te lo había dicho? ― Mi cabeza se quedó plantada en la mancha, mientras mi corazón latió apresuradamente, esa era la voz de Taehyung. Trague en seco sin poder mirar ― Eres muy bonita ― ¿Él estaba frente a mí?

Levanté suavemente la mirada, para finalmente encontrarme con la nada, sentí mi pecho hundirse, porque al parecer no era lo que creía.

Estás loca Park Sunji.

Negué y preferí mirar la puerta hacia el baño, pero esa voz volvió.

― Podría decir que te amo, y lo hago.

No era una alucinación, levanté la mirada y giré sobre mis talones, finalmente di con él. Podrían pensar que fui la más feliz en aquel momento, al escucharlo decirme las palabras que siempre soñé, al verlo sonreírme mientras mantenía sus ojos entre cerrados y sus mejillas carmesí. Su voz gruesa, pero al mismo tiempo tan dulce y su mirada observándome a mí y solo a mí. Pero a veces te arrancan esos sueños de un puñetazo y no te queda más que aceptar la realidad.

Taehyung estaba ahí a unos cuantos metros de mí, con una sonrisa, sus ojos entre cerrados y su linda voz, pronunciando maravillas, para el oído de Jiyeong, quien sonreía encantada, él la tomaba de la cintura y ella solo peinaba su cabello, mientras reía al escuchar lo que él decía. Aquello fue como mil puñaladas en mi corazón en un segundo, mis ojos comenzaron a arder y en cuestión de segundo las lágrimas se hicieron presentes.

Me sentí tan jodidamente estúpida.

― Jiyeong, seamos novios ― Insistió. Ella negó y le dio un corto beso en los labios.

― Pídemelo, especialmente y seré tuya

― Nena, lo haré.

Ambos empezaron a besarse descaradamente, cómo esa parejita que se traía ganas. Trague en seco y me gire, no podía ser tan masoquista conmigo misma, solo quería abandonar el lugar y salir de aquí, llorar toda la noche y despertar, talvez así pueda pensar que todo fue un sueño, para volver a llorar al ver que nada lo fue.

La puerta del baño se abrió sorpresivamente, de esta salió el castaño, amigo de Jiyeong. Ese de aquel día en la tienda. Levanté la mirada al tenerlo tan cerca de mí, era más alto y al mirarlo una gota se deslizó por mi rostro por el repentino movimiento.

Él retiró su sonrisa al verme, sus ojos eran tan grandes, parecidos a los de un niño pequeño, pero su apariencia era más varonil.

― Mierda, si lloras de esa forma harás que llore por ti, porque de verdad te ves tan delicada como para dejarte ese peso ― Vaciló intentando calmar el ambiente. Eso me había sacado una pequeña sonrisa.

― Estás loco ― Susurré para esquivarlo, pero él sonrió y esa sonrisa peculear, me animo a quedarme.

― Tú eres la chica de la tienda ― Agrego, yo asentí ― Mmm ya veo. ― Jungkook acomodo su cabello y miro detrás de mí, cerré ambos ojos al saber lo que él miraba. Aquello que dolía para mí ― Jiyeong, se demora mucho cuando está con Taehyung ― Susurro para sí mismo. Después de esto volvió a mirarme y se cruzó de brazos ― No soy el mejor para ayudar en estos casos, pero creo que deberías irte a casa

Asentí, pero al instante recordé algo. ― No sé dónde están mis amigos

― Pediré un taxi por ti, entonces. ― Insistió. Negué rápidamente y él levantó una ceja

― No es necesario. No podría devolverte el favor

― Cómo pago, me darás tu número y me dirás que estás bien cuando llegues a casa. ¿Trato? ― Me extendió su mano.

Dudosa, la tomé y lo miré a los ojos, eran como una apaciguada a mi corazón.

― Trato.

Visto✓✓ Taehyung +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora