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—Y ¡bam!, se cae, se tuerce el tobillo y no me mata —dijo Mireya apoyando su cabeza en el puño derecho.

Su hermano había levantado las cejas hasta el nacimiento de su pelo, todavía no se creía que Tsu’tey no hubiera matado a su hermana o le hubiera recriminado porque estuviera herido.

Casi lo mataba un Thanator, ¡por Eywa!

—Y me dijo algo así como «estás preparada» o algo parecido —terminó enderezándose en su sitio.

—Qué casualidad, Neytiri me dijo lo mismo —dijo cruzándose de brazos y recostándose en el respaldo de su silla.

—A saber que locura nos obligarán a hacer ahora. —Ella se frotó la frente con el pulgar y el índice.

Realmente no le importaba seguir aprendiendo, pero le preocupaba su mentor. Se había torcido el tobillo, tal vez se le hubiera descolocado un hueso, y ella ya tenía suficiente con culparse por una torcida sin importancia como para que se hubiera descolocado los huesos.

Mireya suspiró dejando colgar su cabeza sobre el respaldo demasiado corto de la silla. Vio a Grace caminar hacia ellos y se enderezó bastante rápido, hacía años que no se ponía del revés y observaba a la gente caminar sin marearse.

—Son casi las doce de la noche, deberíais dormir —ordenó más que aconsejó Grace.

Myr le echó una mirada cómplice a su hermano, la cual él le devolvió más rápido de lo que ella hubiera creído en un inicio.

—Nada de bromas, Sully, largaos a la cama.

Mireya se levantó con los brazos levantados en señal de rendición y se largó a la cama sin molestarse en arrastrar a su hermano con ella.

—Pero no te vayas sin mí, traidora —le recriminó empezando a mover su silla en la misma dirección que su hermana.

Aunque lo intentó con todas sus fuerzas, una sonrisa tironeaba de las comisuras de los labios de Grace, se estaba esforzando por parecer seria y profesional, pero esos dos... esos dos.

Siempre la hacían reír, ya fuera con sus chistes o bromas entre hermanos o contando las tonterías que hacían entrenando con los Omatikaya.

Al final, sonrió maternalmente. Se sentía como una vieja con los Sully y Norm ahí, pero eran como niños —nunca mejor dicho teniendo en cuenta que los nativos los trataban así— que solo querían divertirse. Y Mireya... ella era un caso aparte.

[𓂃]

El viento le removía las trenzas, descolocándoselas. Mireya intentó no tomarle importancia al tiempo que había tardado recogiendo su cabello y siguió subiendo por las lianas de las montañas flotantes.

Jake ya estaba arriba y le estiró una mano para ayudarla. Ella la aceptó con gusto y terminó de trepar el último metro y medio gracias a su hermano.

Solo entonces empezó a jadear, no tanto como su hermano, pero igual jadeaba. Quiso abrir las aletas de la nariz pero el cuerpo avatar no se lo permitía, así que eligió admirar las vistas por la boca de la caverna en la que estaban.

Neytiri llegó en un ikran verde que Mireya admiró al momento. La futura Tsahìk bajó de su ikran y se despidió de él antes de girarse hacia ellos.

—Jakesully irá primero —dijo Tsu’tey con un acento notable poniéndose en frente del Sully.

Myr dejó caer sus párpados, no tenia la paciencia suficiente para soportar las burlas de su mentor hacia Jake —tampoco hacia ella, pero eso es otro caso.

I See You || Tsu'teyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora