viii.

2.9K 313 24
                                    

Admito que eso de que Mireya avance más rápido que yo en el entrenamiento que le pone Tsu’tey, me fastidia.

—Tsu’tey —avisó ella de la forma más sutil que su actitud le permitía.

El nativo dejó de reírse de la torpeza de Jake, una vez más. Mireya se había ganado el respeto de su mentor desde que había sido capaz de montar un direhorse en el primer intento, aunque todavía no lo demostraba demasiado. No fuera a ser.

Cada vez que hago algo mal Neytiri se enfada un poco, con ella es «aprende rápido o muere». Aunque Myr dice que Tsu’tey es peor.

El mentor de la Sully volvió a golpear su brazo, con más fuerza que antes, y ella tuvo que bloquear todos los pensamientos que habían venido a su mente sobre como le encantaría rajarle el cuello.

Mireya soltó la flecha, falló. El nativo hizo ademán de reírse, pero ella cogió otra flecha y apuntó al maldito árbol en el que estaba la marca.

Le cerró la boca a Tsu’tey al acertar en el mismísimo centro. El guerrero miró a la Sully, quién ya tenía sus ojos clavados en los de ella.

Debes acertar a la primera —protestó.

Mireya le enseñó los dientes.

Y, ¿la verdad?, lo es. Es peor que un maldito militar. Es peor que Myr si me descuido.

Sigo diciendo que una piedra ve más —se quejó el guerrero.

Entonces Mireya empezó a jurar en voz baja en contra de su mentor. Deseando poder cerrarle la boca de un buen golpe. Jake creyó escuchar que su hermana decía que le metería una flecha por el culo.

El Sully bajó las orejas al oírla.

Neytiri había notado esa reacción en ella cada vez que su prometido se reía de Jake, así que había decidido entrenarlos por separado.

Tsu’tey se había quejado al principio, pero había terminado aceptando al ver la mirada asesina que le habían lanzado las dos mujeres.

Neytiri me llama skxawng, que significa «idiota», y según Myr, casa bien conmigo.

—Sxkawng! —le gritó Neytiri por enésima vez.

Se había cansado de verlo fallar y fallar, una y otra vez. Quería que aprendiera, pero se lo estaba poniendo malditamente difícil. Ella no tenía tanta paciencia, ¡por Eywa!

Jake bajó las orejas, harto de fallar. Y solo entonces la futura Tsahìk intentó dejar de enfadarse tanto. Era como un niño ignorante, se recordó, ¿ella era así con los niños?

Myr me cuenta a grandes rasgos como le va con Tsu’tey, al menos parece que él le habla y trata con más respeto. Creo que ya no se odian a muerte.

La noche había caído hacía no demasiado, muchos de los Omatikaya ya estaban plácidamente dormidos.

Mireya saltó desde la rama de un árbol, seguida de su mentor. Volvió a caer contra otra rama y siguió corriendo y saltando, disfrutando de un poco de libertad.

Se dejó caer para estrellarse contra unas hojas que frenarían su caída. Una, otra. Seguía los consejos de Tsu’tey, como dejarse caer, como saltar y aterrizar.

Llegó al suelo después de unas cuantas hojas y se apartó para dejarle espacio al guerrero que la seguía. Él aterrizó poco después, de la misma forma que ella.

Solo entonces Mireya dejó que su vista apreciara todo cuanto había a su alrededor, plantas, animales, todo.

Aunque ella no alcanzaba a ver al guerrero que la entrenaba mirarla con más intensidad de la que estaba permitida para alguien que estaba prometido.

I See You || Tsu'teyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora