Bruno cree que es un chico común con bastante mala suerte hasta que aparece Lorenzo y lo sumerge en un mundo donde los superhéroes son reales y luchan por mantener la paz en los cuatro mundos.
*Todos los personajes de esta historia tienen más de 18...
"Los caminos de la magia, son como los caminos del amor, inestables e ilógicos".
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Me desperté algo perezoso e inmediatamente sentí un peso en mí espalda. Me di la vuelta asustado y me encontré a centímetros del rostro de Lorenzo. ¡Es una ternurita mientras duerme. Me pasaría toda la mañana viendo su rostro si no tuviera las inmensas ganas de ir al baño. Intenté escaparme de sus brazos pero me fue imposible. El chico poseía una inmensa fuerza incluso dormido.
- Lorenzo- dije- ¡despierta!- parecía estar en un sueño profundo- no queda de otra.
Me balanceo hacia un lado con tal fuerza que los dos caemos de la cama. Caemos en una manera no muy buena. Yo me doy contra el suelo, él no afloja el agarre y cae sobre mí.
- ¿qué demonios?- dice al despertarse y encontrarse con su torso pegado en mí espalda.
- quiero imaginar que eso duro es tu mano- dije al sentir algo extraño entre mis nalgas.
- yo... ¡Es normal!. Es un erección matutina. ¿No te pasa lo mismo?- dijo levantándose del suelo y sentándose en su cama.
Me levanté algo adolorido y pegue un grito de asombro al ver realmente la erección.
- ¡me hago pis!- salí corriendo rumbo al baño. ¡Esa cosa es el triple de grande cuándo se despierta!.
Su erección me dejó la mente en blanco, ¡con razón tiene a tantas personas detrás de él!. Intenté apartar esa imagen de mí cabeza pero me fue imposible. Por más que lo intentara no podía dejar de pensar en su "Amiguito."
Me di un baño de agua fría y salí a enfrentarme con el rostro de Lorenzo, parecía avergonzado. Yo no estaba menos.
- ¡era hora que salieras!- me apartó de un empujón y entró al baño.
- ¡gracias por lo de anoche!- se detuvo unos segundos y me cerró la puerta en la cara.
¿Quién entiende a este tipo?.
Luego de vestirme me recosté en mí cama para recordar que había pasado la noche anterior. Había perdido mí amuleto... Robado por la loca de las flechas. Sentí un extraño peso en una de mis muñecas. Miré mí brazo derecho y allí había una pulsera de hilo rojo trenzada. Era hermosa por lo simple que era. Al parecer Lorenzo sabía llevarla en el talón. No recordaba si se la había visto pero me recordaba a él.
Bek y Marina me encontraron en el estanque. Bek me saludó con su habitual emoción. Marina que es muy pacífica me dedicó un movimiento de cabeza.
- supe lo de anoche- dijo la chica- siento que hayas pasado eso. Estoy para ti si decides hablar- se fue hacia el agua y comenzó a meditar.
- Bruno... Anoche dijiste que te habían robado el amuleto. ¿Por qué?.
- la mujer que nos atacó. Ella tuvo la oportunidad de matarme con una de sus flechas pero eligió asfixiarme. Mirá las marcas- señalé mí cuello- deberían ser sus dedos pero solo es una fina línea. ¡Ella me quería quitar el amuleto!.
- eso nos deja con aún más preguntas- Bek se sentó en el banco y miró a Marina meditar- ¿por qué la SCG mandaría a una asesina a quitarte el amuleto? No tiene sentido.
- el amuleto evita que use mis poderes.
- es más que eso. Evita que seas localizado por tu energía psíquica. Los de tu clase están en peligro de extinción, tu madre fue la última conocida. La DIES te encontró de causalidad y no por tus poderes.
- ¿no existen más psíquicos?.
- no Bruno, la SCG y algunos brujos se dedicaron a cazarlos. Ustedes poseen una conexión con lo espiritual, ese mundo se apartó del resto de los mundos hace siglos. Eran su forma de comunicarse.
- quizás la SCG busca la forma de localizarme para acabar conmigo.
- lo habrían hecho en el callejón.
- estaba la poderosa Ank para salvarme.
- quizás sea así. Pero eso nos lleva a otra pregunta... ¿Cómo sabían que tú estabas en ese pueblo?.
- o la pregunta más importante de todas... ¿Cómo saben que existo?.
Bek hizo un ademán de responder pero María me gritó desde la casa que fuera hacia ella. Me despedí de Bruno y la alcancé.
- ¿Qué sucede?- pregunté.
- ¡hora de tu entrenamiento holgazán!- en un movimiento rápido me derribó- ¡Al gimnasio!.
Intenté levantarme pero ella me volvió a derribar.
- por cada paso que des, te tiras al suelo y haces una flexión- ordenó y sacó un silbato de su escote y silbó fuerte- ¡AHORA!.
Hice mí mejor esfuerzo pero no lo logré, llegué a duras penas al gym y caí sin nada de fuerzas sobre las colchonetas. Tenía unas fuertes ganas de vomitar.
- ¡abdominales! ¡Díez!- la miré suplicante- no tienes nada de resistencia ni de fuerza. Así no podrás dar ningún golpe serio a nadie.
Hice los diez abdominales a duras penas. María me miró con decepción.
- me das náuseas. Tres minutos de descanso, úsalos para tomar agua.
- ¿siempre eres tan así?- pregunté mientras tomaba agua como un camello.
- ¿exigente? ¿Obstinada? ¿O letal?
- todas.
- siempre. No por algo soy la nueva Chica Gris.
- ¿la qué?
- es el nombre de heroína de mí madre, ella era La Chica Gris. Junto a tu madre y un par de héroes mantenían la paz en los mundos. Mí mamá al ser humana se ocupaba de asuntos humanos... Ella fue clave para la crisis de los misiles en Cuba.
- ¡eso suena impresionante!.
- ¡vasta de charla y a trabajar!.
- Sistema Operadora 3.0 a residentes de la casa: mis sensores acaban de detectar una fuente de energía desconocida, se mueve a 1000km/h y se dirige hacia nosotros- los dos miramos el parlante sobre nuestras cabezas. La casa siguió informando- alerta de perímetro, la fuente desconocida acaba de ingresar a la cas...- todo quedó a oscuras.
- ¡demonios!- María y yo salíamos la sala común, Lorenzo ya estaba allí.
- ¿qué sucede?- pregunté.
- no lo sé- respondió Ank mientras bajaba de las escaleras - la casa se quedó sin energía.
- ¡es aún peor!- dijo Aurelio apareciendo detrás de Ank- ¡Todas las fuentes de energía de la casa no funcionan!. Algo hace interferencia con la corriente eléctrica.
- si fuera tecnología yo podría sentir los pulsos electrónicos- Ank miraba para todos lados- y no siento nada.
De pronto la temperatura de la habitación cayó drásticamente. Y una sombra pasó por la cocina a toda velocidad.
- ¿Que demonios es eso?- preguntó Lorenzo. Miramos hacia donde señalaba y vimos una figura humana borrosa que nos miraba penetrante.
