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"Ser uno mismo es la clave del éxito"

"Ser uno mismo es la clave del éxito"

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Volví a la realidad avergonzado. Lorenzo seguía mostrando todo su esplendor. Tenía una sonrisa arrogante en el rostro y eso me puso de mal humor.

- deberías vestirte- solté lo más frío posible.

- pensé que disfrutabas de la vista.

- no es la gran cosa- di un paso hacia adelante con la poca seguridad que aún me quedaba. Rogando no sonrojarme más de lo que ya estaba, pasé a su lado y me dirigí al baño. El trayecto duró siglos y mis piernas temblaban.

Me encerré en el baño y me dejé caer contra la puerta. No estaba hecho para tantas emociones en un día. Salgo de mí zona de confort unos segundos y me encuentro durmiendo al lado de un chico que está súper fuerte que además es arrogante. ¡Quisiera que las cosas bajarán un cambio!.

Fui a la canilla para mojarme la cara y noté que no tenía llave. ¿Cómo demonio se abre ésto?. Miré el lavabo con frustración. No tenía idea de cómo abrir el maldito grifo.

- ¿Cómo demonios funciona ésto?- grité de frustración. La puerta se abrió y sentí que algo pesado chocaba contra mí espalda.

- ¿acaso el campesino no sabe abrir el agua?- susurró a mí oído, tragué con dificultad. Se pegó más fuerte a mí espalda y pude sentir algo duro chocando entre mis nalgas. No quería ni pensar en lo que era eso. Dormida tenía un tamaño bastante grande...- tienes que pasar la mano por debajo del grifo para que el sensor lo detecte- me explicó con una voz suave y tranquila. Su voz no me daba paz, al contrario me ponía los pelos de punta.

- p...pue.. ¡Puedo solo gracias!- logré decir. Tomó una de mis manos y la pasó por debajo del grifo. El agua comenzó a salir y nos mojó.

- si necesitas algo más me dices campesino- y se fue. ¡Gracias a Dios!. Mí cuerpo estaba cediendo ante su maldito juego. Quise gritarle: ¡Estúpida, mí virginidad, Idiota!

Me mojé la cara y me cambié para ponerme una camisa extra grande que usaba para dormir. Al entrar nuevamente a la habitación lo vi en boxers, acostado sobre su cama con un brazo tapando su cara. Aproveche el momento para acostarme lo más silencioso posible y dormir.

Me despertó una alarma. Operadora 3.0 nos anunció el desayuno. Lorenzo ya no estaba. Sin embargo Bek estaba sentado en su cama acariciando a Bigotes.

- el gato te extrañaba- no alcanzó a decir nada más que Bigotes se lanzó de una cama a la otra para darme los buenos días. Se pegó a mí pecho con su habitual ronroneo.

- buenos días Bek.

- Buenos Días Bruno. ¿Qué tal tu primera noche con Lorenzo?- me puse rojo al recordarlo desnudo.

- lo más normal del mundo- mentí. Bek se limitó a mirarme.

- seguro- su voz me decía que no me creía una palabra.

Espectros, Amores y Fantasmas (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora