Bruno cree que es un chico común con bastante mala suerte hasta que aparece Lorenzo y lo sumerge en un mundo donde los superhéroes son reales y luchan por mantener la paz en los cuatro mundos.
*Todos los personajes de esta historia tienen más de 18...
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- ¿quieres la verdad?- preguntó Morena, su actitud se volvió más rígida- empecemos por vos... explícame como lograste reventar las botellas cuando esos hombres se reían a Ank o porqué un espectro vino exclusivamente aquí a verte... O mejor explica como la SCG te encontró luego de cuánto... Diecinueve años oculto en un pueblo.
- no sé de qué estás hablando- me miró sería. No me creía una palabra y eso me molestaba- le digo la verdad.
- no del todo.
- hay algo más- me sonrió astuta.
- lo sabía- sonreí, había caído en mí trampa.
- se lo diré cuando me de el nombre del asesino de mí madre.
- te traerá muchos problemas a futuro saberlo, estás advertido.
- solo dígalo.
- es una asesina de élite, la mejor criminal humana que tiene la SCG. Controla todo, tráfico de armas, narcotráfico, trata de personas. Es la reina del crimen. Su nombre es Amanda Red pero es mayormente conocida como La Dama Roja.
Cerré los ojos y traté de calmarme.
- debió ser a las semanas que te tuvo. Lo mantuvo en secreto, nadie lo sabía. Sabía que era intensamente buscada y tenía un blanco en sus espaldas. Me dijo que se ocultaría, por nueve meses no se supo nada de ella- la mujer comenzó a golpear los dedos contra el escritorio- Una noche se comunicó con el equipo, estaba en problemas. La Dama Roja le seguía el rastro. Maledón y yo fuimos a su ayuda pero era tarde. Se nos adelantó. Apenas logramos escapar.
Sentí un sabor salado en mis labios. Estaba llorando. Acababa de oír como habían matado a mí madre. Al ser que siempre quise conocer, de niño me enojaba terriblemente con la vida por haberla arrebatado de mí lado. Siempre desee el amor materno. Sentía envidia de los demás niños del colegio. Me entraban ganas de romper todo cuando veía una madre abrazar a su hijo. El amuleto era lo único que tenía de ella, de noche siempre lo abrazaba y le susurraba mis miedos, imaginaba que me oía, me abrazaba y me daba cariño.
- ahora dime lo que has estado ocultando.
- cuando me sacaba el amuleto... Podía comunicarme con una extraña voz. No sé quien es pero me dijo cosas. Cosas ciertas.
- ¿por ejemplo?.
- ustedes me necesitan y me usarán- la miré directamente a los ojos, sostuvo la mirada.
- ¿las cosas ciertas?
- ya las dije- la mujer ni se inmutó.
- te necesitamos para completar la misión sí. ¿Usarte?, No lo veo así. Estás aquí por tu seguridad. Eres el último psíquico que queda, la SCG quiere poner tu cabeza de trofeo.
- su hijo me dijo que el GC6Y solo acepta lo mejor de lo mejor.
- ¿tienes baja autoestima?- su sarcasmo se me hizo pedante.
- soy prácticamente un civil.
- un civil que se quitó de encima a una asesina del viento, de las más temerarias que existen. No entraste aquí de colado, enteraste aquí porque conocemos tu potencial. Te lo demostraré.
Se levantó de su asiento y tomó un viejo cuaderno de cuero.
- sígueme- ordenó. La seguí en silencio. Salimos del despacho y nos volvimos a la sala, los chicos no estaban, seguimos caminando hasta el gimnasio. Los elementos de ejercicio habían sido removidos. Todos los miembros de GC6Y están en un círculo esperando.
- ¿para que nos quieres aquí madre?- preguntó María.
- entrenamiento en equipo. Bruno al medio- hice lo que me dijo con algo de duda- ¡escuchen todos! Atacarán con todo lo que tengan.
- madre, Bruno aún no está listo... ¡Le haremos daño!- se quejó Lorenzo preocupado. Le devolví una mirada más preocupada aún.
- ¡hagan lo que digo!- ordenó, firme, Morena.
Marina fue la primera en acatar la orden. Hizo un movimiento fluido con sus manos y dos columnas de agua se lanzaron hacia mí dirección, por alguna razón que no conozco advertí el movimiento y lo esquive a tiempo. La chica era ágil pero podía leer sus acciones, volvió atacar, esta vez el agua se transformó en largas puntas de hielo, logré moverme a tiempo. Sin saber lo que hacía me moví en zig zag evitando sus ataques y cuando estuve lo más cerca posible lancé desde mí frente un pulso invisible. No lo podía ver, solo sentir. Era una orden: duerme. Marina cayó al suelo inconsciente.
María fue la segunda, sacó de alguna parte de su cuerpo un largo cuchillo e intentó clavarme con el. Lograba ver sus movimientos antes que ella los llevara acabo. Así que me adelanté a todos sus golpes. No sé cómo lo logré pero la tomé del brazo dónde sostenía el cuchillo y la hice caer al suelo. El cuchillo quedó en mis manos.
Ank y Bek atacaron en conjunto. Di un paso atrás justo a tiempo para ver nacer una columna de piedra a donde estaba parado. Me agache a tiempo y un rayo rozó mí cabeza. Tomé el cuchillo del filo y se lo lancé Bek. Le dí en el hombro. Ank voló sobre mí cabeza y quedó detrás pero di un giro a la derecha antes que me atrapara por detrás. Cerré los ojos y los abrí de golpe. Ank había salido disparado veinte metros por una fuerza invisible.
El último en atacar fue Lorenzo. No vino con armas solos sus puños. Giré a la izquierda y esquive el primer golpe. Me agache a tiempo para no recibir la patada en la cara. Di un paso atrás y logré evitar otro golpe. Duerme pensé y el chico cayó inconsciente.
- ¡estás listo!- dijo Morena a mis espaldas- como lo suponía. El fantasma te cargó el conocimiento necesario.
- ¿de qué hablas?- preguntó María mientras se levantaba del suelo.
- ¡es confidencial!- respondió su madre. Observé que miró atentamente al cuaderno que tenía entre sus manos. Logré oír sus pensamientos: "el diario tenía razón".
- ¿cómo sabe que es un fantasma lo que nos atacó?- pregunté.
- nuestros grupo de brujos lo determinaron- contestó. Su mente la delató de nuevo: "como lo había predicho el diario".
- ¿qué tiene en las manos?- la mujer sonrío.
- no es de tu incumbencia- intenté leerle la mente una vez más pero me fue imposible. Todo lo que pensaba era en "Mambrú se fue a la guerra que dolor, que dolor, que pena"- ya que Bruno demostró que está listo, es momento que hablemos de la misión más importante que tendrán hasta ahora.
Lorenzo me miró con los ojos llenos de brillo.
- ¿será una de las grandes?- Saltó de alegría Bek- ¡no puedo esperar para saber a quién nos enfrentamos!
- les advierto- continuó la mujer- lo que les voy a revelar es altamente confidencial y muy peligroso.
