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"Luchar por quienes amas también es una victoria"

Desperté sonriente, me dolía todo el cuerpo pero estaba sonriente

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Desperté sonriente, me dolía todo el cuerpo pero estaba sonriente. Lorenzo se había convertido en mí nidito, sus muslos y sus brazos me rodeaban creando un espacio donde podía refugiarme de la noche.

Había pasado una semana desde que Ave Blanca nos había dado una paliza en el clan Keller. También habían pasado seis días, cinco horas y quince minutos desde que Lorenzo y yo lo habíamos hecho.

Fue una semana mágica, lo hicimos todos los días desde entonces. Nos acostamos entre besos apasionados, ardemos toda la noche y amanecemos abrazados.  Era la rutina más hermosa de todas.

Las cosas en el grupo habían cambiado, ahora que sabíamos que la SCG estaba en el juego nos preparamos el doble. Esta misión será distinta, lo intuyo. Antes éramos más desorganizados. Ahora nos habíamos reorganizado de a pares y todos estábamos enfocados en la misión. Bek y Marina hacían un dueto perfecto, Yo y Lorenzo luchamos como dos soldados espartanos, Ank y María eran fuerza bruta y cerebro.

Estábamos listos.

Yo estaba listo.

Me levanté lo más sigiloso que pude para llevar el desayuno a mí amorcito a la cama sin despertarlo. Bek estaba frente a una caja enorme envuelta en papel regalo.

— ¿qué es eso?- dije desde la isla.

— un regalo para mí.

— ¿no será una bomba no?- la cara de Bek parecía decir que sí lo era.

— Kevin me lo envía.

— entonces es una jaula.

Bek respiró lo más hondo que pudo y lo abrió. Definitivamente no era una jaula ni una bomba, un inmenso lobo de peluche apareció debajo del papel.

— para que mí pequeño cachorro no olvide a su Alfa- leyó Bek. La tarjeta colgaba de una cinta roja al cuello del lobo.

— es tierno- atiné a decir- parece que ya no quiere encerrarte en su casa y tenerte como su concubina.

— cuando Charlotte nos mostró quién era en realidad, él me pidió que lo perdonara. Incluso me dejó volver.

— no te dejo volver Bek, tu volviste por tu cuenta... Eres libre de elegir.

— en los lobos los Omegas no somos libres de elegir nada.

— pero tú no eres un lobo.

— como si lo fuera.

— hay algo más- dije apartando el peluche y dándole una pequeña caja de terciopelo a mí amigo.

Bek la abrió con el ceño fruncido, un collar súper brilloso apareció en su interior.

— no repara en gastos- dijo.

— al parecer está decidido a que lo perdones por acostarse con una anciana- me miró severo- todavía es temprano para chistes.

Espectros, Amores y Fantasmas (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora