Bruno cree que es un chico común con bastante mala suerte hasta que aparece Lorenzo y lo sumerge en un mundo donde los superhéroes son reales y luchan por mantener la paz en los cuatro mundos.
*Todos los personajes de esta historia tienen más de 18...
"Las verdaderas batallas son las que peleamos por dentro"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me levanté un poco mareado y sentí el peso de un cuerpo sobre el mío. Lorenzo me cubrió a tiempo, la estructura del techo cedió y cayó sobre nosotros sin piedad. El mini casino se convirtió en caos y polvo. La anciana reía maravillada ante tanto desconcierto.
— ¡darme el anillo hubiera sido más fácil!, ¡Tendrían una muerte mucho más rápida!. JAJAJA.
Me incorporé de inmediato y busqué a Lorenzo entre los escombros. No podía levantarse una viga aprisionaba su cintura. Intenté con todas mis fuerzas quitarla pero me era imposible.
María decidió hacerle frente a la bruja primero. Sacó de su ropa dos filosas dagas y corrió hacia ella. Sin embargo ninguno de sus ataques lograron darle, Charlotte se movía muy bien y anticipaba todas las embestidas. Chica Gris no se rendía y aunque Ave Blanca era muy superior logró hacerle un leve corte en la mejilla.
— ¡no eres tan rápida como crees!- dijo María mientras la anciana se tocaba el corte.
La anciana apuntó con su bastón hacia la chica y un has de luz rojo salió de él e impactó en María. Mí amiga cayó al suelo tomándose el estómago con las manos, su piel comenzó a volverse gris hasta que de ella solo quedó una estatua color cemento.
Ank apareció desde el cielo e impactó contra Ave Blanca desde arriba. El golpe generó una honda de choque que nos lanzó a todos hacia afuera de la casa. Por suerte logré liberar a Lorenzo antes. Sonreí al ver que Ank había acabado con esa fastidiosa anciana.
La anciana se incorporó del cráter que había hecho el golpe y usando su bastón como si fuera béisbol lanzó a Ank de vuelta al cielo. Me sorprendió ver a Ank volar pensé que lo suyo solamente eran los rayos. Ank juntó ambas manos y le lanzó un poderoso rayo. La anciana lo esquivó con habilidad.
Bek apareció desde atrás y lanzó un has de luz verde pero este chocó contra el bastón de la mujer. Ank volvió a disparar otro rayo y está vez le dió. La mujer gritó de dolor mientras Bek manipuló la tierra para que una columna se levantara a sus pies y la derribara.
Ave Blanca tardó unos segundos en recomponerse pero no fueron suficientes, Bek y Ank combinados volvieron atacar con fuerza. El pájaro dibujado en el bastón de Ank comenzó a desprenderse y adquirir una forma 3D, triplicó su tamaño y lanzó un chillido agudo. El ave surcó los cielos con majestuosidad lanzándose en picada contra su presa, sus plumas se encendieron con llamas tan coloridas que parecían iluminar la noche. Ank voló más alto y se rodeó de aros eléctricos. Imitó al pájaro.
El golpe del pájaro nunca llegó. Un has de luz le impactó en el pecho e instantáneamente comenzó apagarse, su fuego se volvió débil y cayó al suelo marchito. El golpe de Ank se llevó puesta a la anciana y con ella cinco o seis cabañas.
— debemos tomar el anillo y largarnos de aquí- dijo Lorenzo a mí lado. Asentí con la cabeza y corrí en dirección a Bek.
— ¡Bek!- dije- ¡debemos irnos de aquí!.
— ¡no!- gritó del brujo mirando hacia donde Ank había arrastrado a Ave Blanca- no tenemos escapatoria... Ave Blanca no se rendirá. ¡Buscará el anillo como sea!. A no ser... ¡Lorenzo! Ponlo en un lugar seguro- le arrojó el anillo.
Lorenzo me tomó del hombro y me obligó a correr en dirección al bosque. A mis espaldas sentí una fuerte explosión pero no me detuve. Seguí corriendo sin importar a donde, el bosque estaba a oscuras y mis pies eran torpes, me caía una y otra , pero me levantaba y seguía a Lorenzo. Mí chico se detuvo frente la costa de un río.
— debemos buscar un lugar donde defendernos- dijo mirando hacia el bosque. Entre los árboles se veían relámpagos de diferentes colores: verdes, azules, rojos y violetas- ¡¿Aurelio?!.
— ¡usa el nombre clave idiota!- respondió Aurelio- ¿qué sucede? No puedo verlos vía satelital.
— ¡estamos bajo ataque!- respondí.
— ¡necesito que alertes a la Federación Mágica que Ave Blanca está en el complejo Keller!- pidió Lorenzo- ¡Ya está aquí!.
Detrás de nosotros, las ramas se movieron. Lorenzo sacó un arma de fuego oculta entre sus ropas y disparó a penas apareció una sombra. El río se desvió de curso para crear una pared de hielo.
— ¡soy yo idiota!- gritó Marina. Marina tomó aliento- los vi correr hacia aquí y los seguí. Esa vieja pega fuerte... Bek me dió tiempo para escapar.
— hay que hacer un fuerte- ordenó Lorenzo- y resistir a esta mujer hasta que venga ayuda.
Miramos hacia ambos lados del río y vimos un borde lo bastante alto para servirnos de muro. Marina desvió nuevamente el río y creó una muralla de hielo paralela al borde.
Esperamos en silencio. Los estallidos se oyeron lejanos, luego hubo silencio.
— necesito una abertura - pidió Lorenzo, Marina asintió.
— ese muro no les servirá de mucho- se oyó entre los árboles. Lorenzo colocó el arma en la abertura y esperó.
— en unos instantes los Bastoneros estarán aquí. No podrás escapar- advirtió Lorenzo.
— para cuando lleguen el anillo estará en mis manos- un has de luz impactó contra el muro de hielo. Unas lianas comenzaron a penetrar el muro.
— ¡no aguantará demasiado!- dijo Marina intentando reconstruir el muro mientras las lianas crecían como raíces dentro de él.
Sonó un disparo, luego dos. Lorenzo disparaba con concentración, vaciaba el cargador, buscaba en sus bolsillos y volvía a disparar. Era tan rápido que los disparos se llevaban segundos de distancia.
— ¡la puta madre!- insultó- me estoy quedando sin balas.
Lorenzo tenía una puntería perfecta pero las balas parecían rebotar en Ave Blanca. María creó en lo alto del muro unos cañones como los que usaban los piratas en sus barcos y disparó grandes bolas de hielo hacia la bruja.
Nada parecía hacer efecto. Estábamos perdidos. María era una estatua, Ank y Bek no aparecían en ninguna parte, Lorenzo se había quedado sin balas y solo tenía un cuchillo para defenderse, Marina apenas podía sostener el muro carcomido por las lianas y disparar, y yo... Bueno no sabía muy bien que hacer.
El muro crujió y se derrumbó como un castillo de arena dejándonos expuestos. Lorenzo empujó su cuchillo con seguridad y marina logró crear a su alrededor unos tentáculos de agua.
No lo vimos venir.
Las lianas se movieron rápidamente y nos atraparon.
— ¡ahora hermoso muchacho!- dijo la anciana con una sonrisa dulce- ¡dame en anillo!.
Las lianas nos acercaron a ella. Las movía como si fueran títeres. Cada maldita extensión de planta se ajustaba en nuestros cuerpos con fuerza. Una se enroscó en mi cuello y comenzó a asfixiarme.
— no tienen porque morir- dijo Charlotte- hoy estoy generosa, ¡Solo dámelo!.
— ¡jamás, vieja bruja!- respondió Lorenzo con voz estrangulada.
— entonces lo tomaré de tú cadáver.