El ambiente seguía igual de tranquilo y relajado que siempre, el señor Choi había comenzado a beber algunas copas, acompañado de las muchachas de siempre. Pero su festín de alcohol y buena música se vio interrumpido por un grupo de hombres. No hacía falta preguntar nada, su vestimenta dejaba más que claro de quien se trataba.
Tambaleándose un poco, el viejo vampiro se puso de pie y recibió con una sonrisa tonta a aquellos imponentes sargentos.
─Buenas, señores. ¿En qué puedo ayudarles? ─Preguntó con dificultad, mientras intentaba mantener su nerviosismo bajo control.
Los humanos contaban con leyes y personas que, se suponían, debían ejercer estas sobre el resto del pueblo. La forma en que se manejaban los países era bastante similar, algunos pocos comunistas y la gran mayoría siendo democráticos. Las cosas habían cambiado demasiado después de la guerra ─misma que sigue en pie y parece no querer acabar─. Ahora el régimen político son las dictaduras.
Actualmente el poder ya no recae tanto en el país, sino en las ciudades y razas. Dependiendo de en qué ciudad estés habitando, son las leyes y políticas que debes de seguir.
Esta ciudad es una dictadura. No se trata de una sola persona la que pone el orden violento y las guerras, sino que se trata de una organización. Antiguos soldados vampiros ─mayormente hombres─ quienes sirvieron en su momento para el rey, que tienen la experiencia bélica suficiente como para saber liderar diez ejércitos completos.
Ellos fueron los fundadores de aquella ciudad, son quienes se encargan de que todo esté en orden y que la calidad de vida de sus habitantes, tanto vampiros como humanos, se mantenga decente.
Los hombres miraron a su alrededor muy detenidamente, hasta volver a poner toda su atención en el dueño de aquel lugar.
─Hubo un saqueo en la planta, según nuestras sospechas, se trataba de un humano, hemos estado recorriendo los hostales, hoteles y casas, con tal de conseguir algo de información, ¿Usted sabe algo? ─Aquella pregunta no era algo que deseara responder, pero sabía que si no lo hacía, muy probablemente se iba a meter en graves problemas.
─Pues... ─Jugueteó con sus dedos de forma nerviosa. ¿Qué podía ser peor? ¿Delatar a un príncipe o mentirles a las personas que tiene autoridad sobre ti?─No tengo ni la más mínima idea de a qué se refieren. No vi ningún humano por aquí.
Los hombres le miraron con el ceño fruncido, su actuar era demasiado sospechoso, sumado a las miradas preocupadas que las mujeres presentes le daban al hostelero. Uno de los imponentes vampiros dio un paso al frente, y le miró de cerca, su mirada era severa, muy seria y fría.
─¿Está seguro de que no vio a nadie? ¿Sabe lo peligroso que podría ser que un humano se ande paseando por ahí? Tenemos reglas, señor Choi, y quién se atreva a romper una sola de estas, no puede escapar de nosotros. ─El mencionado trago en seco, encogiéndose un poco ante la voz amenazante del hombre.
─Yo...
─Solo recuerde la última vez, señor Choi. ─El pánico apareció en sus ojos, y negó rápidamente, logrando así que todos los hombres armados comenzaran a moverse de forma apresurada por el lugar.
─¡Yo no hice nada! ¡No sé cómo entró él aquí!
─Excelente, ya saben qué hacer. ─Habló dirigiéndose al resto de vampiros, quienes sonrieron de forma macabra.
Estos hombres estaban acostumbrados al caos de la guerra, así que no perdían nada en volver a utilizar el caos para darle su merecido a todo aquel que rompiera sus preciadas reglas.
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𝘖𝘜𝘙 𝘗𝘈𝘙𝘈𝘋𝘐𝘚𝘌 ↷ 𝘒𝘳𝘪𝘴𝘛𝘢𝘰⏐𝖠𝖣𝖠𝖯𝖳𝖠𝖢𝖨𝖮́𝖭⏐
FanfictionLa existencia de los vampiros solo hizo que el mundo se fragmentara y se encerrara en una guerra de nunca acabar. Los humanos abandonaron parte de la vida común, con la intención de lograr una distinguida diferencia entre ellos y los vampiros. Los...