XVI

7 0 0
                                    

YiFan llevó su mano derecha hasta su boca, tosiendo de forma dolorosa, aquello había sido demasiado repentino, pero definitivamente no se sentía bien.

Sus ojos brillaron con una combinación de preocupación y tristeza al ver su mano manchada de sangre. Soltó un suspiro pesado, y a paso lento comenzó a caminar por la empinada colina hacia abajo. A sus espaldas aún podía escuchar las risas alegres y la estridente música que había en la cabaña, mientras que sobre él, las auroras tiñeron el cielo oscuro con bellos colores.

Se dejó caer sobre la espesa nieve observando su reflejo en el lago congelado. Se veía más pálido y demacrado que antes...

─¡YiFan! ─La voz de Tao captó toda su atención, y volvió su mirada hacia el sonriente chico, haciendo su mejor esfuerzo para regresarle la sonrisa.

─Tao...

─¿Qué estás haciendo aquí? Deberías de estar allá adentro conmigo y los demás. Aquí afuera hace frío y es aburrido. ─Dice el joven, sentándose al lado de su mayor, observando con ojos soñadores el cielo.

─Bueno... Necesitaba aire fresco... ─Murmuró, mientras escondía empuñada su mano ensangrentada, en ese momento la aura inocente y alegre de Tao se sentía más vivaz que antes, y en definitiva, YiFan no deseaba quitarle aquel brillo de sus ojos con sus "tontas preocupaciones".

─Fan... ─Llamó el menor, logrando que el vampiro saliera de su ensoñación, emitiendo solo un pequeño sonido para hacerle saber que estaba prestandole atención. ─¿Tú crees que ya encontramos nuestro paraíso?

Aquella pregunta no hizo más que tensar al vampiro. Sabía que ante los ojos de Tao, todo en aquella tierra era perfecto, pero él no podía evitar sentir cierta amargura en su boca cada que pensaba en ello. Esa isla no era lo que buscaban, esa isla no era lo que parecía.

Cuando apenas tuvo la valentía de abrir su boca, dispuesto a pronunciar el nombre del chico, alguien le tomó la palabra primero.

─¡Tao! ¡Ya van a tocar mi canción favorita, quiero bailarla contigo! ─Pronunció la chillona y estridente voz de LuHan, quien se hayaba en lo alto de la colina, sacudiendo ambos brazos sobre su cabeza. YiFan soltó un gruñido irritado, apretando los comillos.

─¡Ya voy! ─Mencionó Tao con una gran sonrisa, ignorando triunfalmente la reacción del ojiverde. Se levantó de su lugar, sacudiendo un poco la nieve de su ropa, mientras miraba nuevamente a YiFan. ─¿No quieres venir?

─No... ─Respondió tajante, solo para arrepentirse a los segundos. Soltó un suspiro, negando levemente y volviendo a bajar la mirada. Cuando volvió a poner en alto su rostro, fue ahora con su galante y característica sonrisa. ─No, Taozi, voy a quedarme aquí unos minutos más, tú ve y diviértete con LuHan.

─¿Estás... Seguro? ─Preguntó el menor con una mirada de preocupación perfectamente plasmada en su rostro. El pelinegro asintió, manteniendo su sonrisa y utilizando casi todas sus fuerzas para ello.

─Claro, pequeño, anda, ve.

Tao volvió a sonreír, confiando plenamente en las palabras del mayor y asintió, encaminandose rápidamente hacia donde se encontraba LuHan, y tomados de las manos entre risas alegres, volvieron a la cabaña.

YiFan simplemente se quedó ahí, sentado sobre la nieve y dando breves miradas en dirección a la cabaña. Cuando su mirada volvió al cielo, su ceño se frunció de forma inevitable. Se levantó con rudeza, dando pasos pesados hacia el lago, con su mirada fija en la trayectoria impuesta por aquel vampiro que se acercaba casi desesperado a él.

─¡Taemin! ─El mencionado se detuvo frente al vampiro, observándolo bajo sus orbes rojas. Un suspiro de alivio escapó de los gruesos labios del castaño, quien sin dudar de acercó al pelinegro para abrazarlo con fuerza.

𝗢𝗨𝗥 𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗜𝗦𝗘 ↷ 𝗞𝗿𝗶𝘀𝗧𝗮𝗼⏐𝖠𝖣𝖠𝖯𝖳𝖠𝖢𝖨𝖮́𝖭⏐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora