18° PARTE

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La mente de Mew empezó a divagar cuando vió a su pequeño hijo sonreír mientras dormía.

Aquella vez, hace años, cuando Bright nació y tuvo que entregar al bebé de Nanon al jefe de aquel basurero, sentía su corazón martillar.

Sus ojos empezaron a picar, él jamás podría hacerle eso a un bebé.

Flashback

Chlad Korapat lo había llamado para una misión.

– Mew!! –Corrió apenas lo hubieron llamado.

– ¿Sí señor?

Uno de los hombres sostenía una manta ensangrentada. Se asustó al inicio, pero sabía que debía mantener la compostura, sino lo descubrirían.

– Llévate a este bastardo de mi vista, has lo que desees con esto.

– Sí señor.

– Dicen que en el mercado negro te pueden dar buena compensación.

Cuando notó que era un bebé, exactamente el bebé de Nanon, si estómago dió un vuelco y quiso vomitar, no por el bebé, sino por las insinuaciones del hombre.

– Lo tendré en cuenta señor.

Mew sentía asco por cada palabra que ese hombre soltaba, pero tenía que actuar como si estuviera de acuerdo y sonreír en complicidad.

Apenas el hombre se fué, su cara solo mostró asco hacia aquel hombre. Miró al pequeño recién nacido y le hizo caricias.

– No te preocupes, tú crecerás fuerte y sano y serás tan hermoso como Nanon.

Apenas Mew terminó de hablar, el pequeño bebé empezó a brillar tan débilmente pero con unos bonitos colores.

– Definitivamente vivirás bien. ¿Te puedo llamar Bright? Sí, tu nombre será Bright y serás la luz de tus padres.

Mew salió y se dirigió al basurero municipal donde el encargado lo esperaba.

– Ya sabes qué hacer.

El hombre asintió, pero antes de que siquiera este pudiera dar un paso, el rechinar de unas llantas hizo eco en el lugar. De este bajaron algunos trabajadores del viejo Korapat, pero solo uno se acercó a Mew y al hombre del basurero, alargando la mano para que éste le diera al bebé y así poder llevárselo.

Este hombre no era otro que la mano derecha de Chlad Korapat.

Mew sintió que su mundo se derrumbaba frente a sus ojos y que la vida del pequeñín corría peligro, así que no dudó en interponerse en su camino, pero antes de que pudiera acercarse, el hombre le puso un revolver en la cabeza.

– Ni siquiera lo intentes.

El hombre que trabajaba como jefe de aquel basurero que ahora sostenía al bebé, simplemente lo entregó.

Cuando el hombre se empezó a alejar y se metió a un auto negro con lunas polarizadas yéndose del lugar, el celular de Mew sonó.

– Señor Preecha…

– No te preocupes hijo y cálmate. Mi nieto está en buenas manos.

Mew se quedó en shock porque el hombre que se lo llevó trabajaba para el papá de Nanon.

– Pero señor, él…

– Angel trabaja para mí, al igual que tú, él está de mi lado, no te preocupes Mew. Por favor no lo vayas a delatar.

(TERMINADA) REVENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora