10° PARTE

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La celda está tan vacía como yo.

– Pawat, ha llegado carne nueva.

Lo escucho, pero sinceramente no tengo ganas de nada.

El guardia golpea los fierros de la celda y me molesta, quiero estar solo.

– Vete –No tengo ganas de nada, solo quiero seguir en mi celda.

– Pawat, creo que no estás entendiendo. Tú no eres el que manda aquí. Así que pon de pie tu asquerosa exist…

Mis manos están manchadas de sangre. Aquel imbécil ya me tenía harto.

Las barras de todas las celdas empiezan a sonar. Escucho el silbido del silbato de algún guardia. Creo que maté a alguien.

Ni siquiera miro el cuerpo que está fuera de la celda, solo me siento en el duro piso y sigo sin hacer nada.

Flashback

– ¿Quién es él?

– No sé, pero cruzando la calle ha llegado a vivir una familia de mucho dinero.

– ¿Una familia rica?

– Son los Korapat. Cuando perdieron las elecciones, se fueron a otra ciudad, pero acaban de regresar. Era muy amigo del papá de Ohm ¿Verdad Ohm?

Nanon era tan bonito. En ese entonces no sabía la razón detrás de la muerte de mi padre. Solo sabía que me había criado sin padre. Nunca habían encontrado a los asesinos que mataron a mi padre.

– Ohm.

Yo nunca lo había visto antes, porque los Korapat se mudaron cuando Nanon tenía días de nacido. Mi mamá me contó que aquel niño bonito había nacido medio año después que yo.

– Ohm.

Todos sabían que el viejo Korapat era un mal perdedor, por eso se rumoraba que cuando supo que antes de que Nanon naciera, se fué de la ciudad con toda su familia.

Escuchaba a mis amigos hablar de esas cosas. Era interesante que donde mis amigos y yo vivíamos era un lugar de economía baja-media y colindaba con un barrio de gente adinerada. Al parecer, el niño que pasaba en ese momento, era un integrante de la familia recién llegada.

Aquel niño era Nanon, quien solo se quedó mirándonos.

– Ohm!!

– ¿Por qué me gritas?

– Porque no me escuchas, ni me respondes. ¿A quién miras tanto?

– A nadie, solo…

Con el paso del tiempo, él y yo nos fuimos acercando y nos hicimos amigos.

– Hola.

– Hola, ¿Cómo te llamas? Me llamo Nanon.

– Primero tienes que decir tu nombre y luego preguntar por el nombre de tu oyente. Mi nombre es Ohm Pawat.

Nanon me sonrió y yo creí que era lo más hermoso de la vida.

– Yo vivo allí, en la casa blanca.

– Lo sé, te veo entrar en esa casa todos los días.

– ¿Me ves todos los días?

– Sí. Yo llego unos minutos antes, por eso te veo.

– ¿Y por qué no te vas con tus amigos en vez de mirarme?

(TERMINADA) REVENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora