Atenea. 4°

🔥CAPITULO 5🔥

EDITADO.

Hace 5 años...

Atenea 20 años, Junior 21 años, Flashback.

💣<<{Junior}>>💣

No me puede estar pidiendo esto, es imposible que haya escuchado bien lo que dijo.

Atenea: Quiero que tú seas mi primera vez.

Repite.

¿Está loca? No puede pedirme eso, no es como si supiera todos los sentimientos que tengo por ella, pero si la tengo una vez no la voy a querer soltar.

Y ella me dijo que no quiere pareja, que le gusta estar sola.

Atenea: Por favor, eres el único en quien confío para hacer esto.

Junior: Joder, tesoro, eres la mujer más hermosa que mis ojos han visto, puedes tener al hombre que quieras solo con pedirlo.

No a mí que no me amas y no te voy a querer soltar.

Atenea: Eso intento, pero al que se lo pido no quiere.

Me hace un puchero.

No me hagas eso mi amor, que así no te puedo negar nada y ya me duele la polla, me lo dice una vez más y no voy a poder negarme.

Atenea: Por favor, tus padres no están y no quiero que otro lo haga.

Cómo me enfurece pensar en ella con otro hombre, pero no puedo hacer nada, es libre de vivir su vida como quiera.

Junior: Tesoro, esto puede cambiar nuestra relación.

Que diga que sí, que es lo que quiere.

Que me quiere a mí.

Atenea: No, ya somos mayores los dos, no vamos a confundir esto, es algo de una vez.

Yo no quiero que sea una sola vez, pero no puedo decirle, si esta es la única oportunidad que tengo de tenerla, aunque sea una noche para mí, que así sea.

Sé que me voy a arrepentir mañana, pero ahora todo lo que pienso es, en que sea mía, por una jodida vez en su vida.

El tratado es lo que nos hizo amigos, es el mismo que hizo que ella no quiera estar en una relación, porque cree que todos la querrán por una alianza, joder mujer, como te explico que eres la luz de mis ojos.

Junior: ¿Segura que quieres eso?

Atenea: Muy.

Tú lo quisiste.

Junior: Está bien, tesoro, esta noche solo somos tú y yo.

La beso y empiezo a pasar mis manos por todo su cuerpo, al menos así, el recuerdo de sus curvas y su sedosa piel se quedará conmigo.

Saco por encima de su cabeza su vestido y la vuelvo a besar, bajando a sus deslumbrantes pechos.

Paseo mis manos por sus nalgas lentamente y voy subiendo por sus caderas, cintura, hasta que llegó al broche del brasier, lo abro y este cae solo al suelo.

Puta madre, son tan redondos y perfectos.

Envuelvo su pezón con mis labios y chupo.

Atenea: Mmm...

Tengo que guardar el video antes de borrarlo de la cinta de seguridad y poner ese sonido como tono de la alarma, así, si despertaría de un jodido buen humor.

Arrancó sus bragas y me las meto en el bolsillo, dejándola completamente desnuda, agarro sus nalgas y la levantó para que enganche sus piernas en mis caderas y voy subiendo la escalera mientras la sigo besando.

Estamos en mi casa, en Colombia, no es raro que ella esté aquí, viaja seguido, pero son pocas las veces en las que tenemos la casa solos.

Nos meto en mi habitación y cierro la puerta de una patada, por las dudas que lleguen a volver mis padres, la habitación es insonorizada, a recomendación de mi madrina.

Si solo supiera que me sirvió para estar con su hija.

La acuesto en mi cama y me levanto para sacarme la ropa.

Espero que su aroma se impregne en mis sabanas.

Cuando termino de sacarme la ropa, agarro un condón de la mesa de luz y me lo pongo en la erección tan dolorosa que tengo.

Junior: Te puede doler, tesoro.

Atenea: Yo sé eso, amor, soy doctora, por favor hazlo.

Como quisiera que ese "amor" me lo dijera siempre y no en el calor del momento.

Me pongo encima de ella y poco a poco meto mi polla en ella.

Su calor me envuelve, tan intensamente que me hace rodar mis ojos.

Junior: Puta madre, tesoro, eres perfecta.

Atenea: Me duele amor.

Lloriquea.

Empiezo a moverme lento cuando ella se mueve, está tan húmeda y estrecha que siento que me vengo con solo seis estocadas.

La beso, como si mi vida dependiera de ello, y después de esto estoy seguro de que así es.

No puedo dejarla ir, estar así con ella, dentro de ella, se siente como estar completo, como si estuviera flotando entre nubes, como mi puta felicidad hecha mujer.

Vuelvo mi vaivén más rápido y duro, tanto así que la cama se separa de la pared y vuelve a chocarse con ella, también con mi pulgar tocó su clítoris intentando darle el mayor placer que pueda tener.

Quizás así no intente tener a otro hombre y me elija.

Su coño empieza a apretar, su vientre y piernas se tensan y entro y salgo aún más rápido y duro.

Atenea: ¡Ah! Emiliano...

Grita antes de acabar y lo hago junto con ella de tanto que me aprieta, vaciándome en el condón.

Te amo, tesoro.

Eres lo más especial que hay en toda mi puta vida.