🔥CAPITULO 28🔥

2.7K 222 45
                                    

EDITADO.

🧧<<{Hui}>>🧧

Es excitante ver la clase de tortura que le gusta a mi corazón, hace su trabajo tan magestuosamente bien, que nadie puede sacarle los ojos de encima.

Corto con su bisturí desde el corte que había hecho hasta arriba, donde se encuentra el páncreas y el hígado.

Con una paciencia que no conozco y una delicadeza que veo siempre que camina y baila, saca ambos órganos y los coloca en las cajas que sostienen Christoph y Junior.

Es una suerte que tenga sus audífonos puestos, porque la mujer grita tanto que la persona que esté cerca perdería la audición.

La polla está reventando mis pantalones y por supuesto que no soy el único, Tom está que se vuelve loco al ver la sangre en el pecho de Ate.

Se ha puesto de pie sin importarle una mierda que notemos su polla erecta y se acercó más a ella para verla bien.

Por cierto, ¿De dónde salió la cosa de sus pantalones? No soy chico de ahí, todo lo contrario, pero apuesto a que nos supera a todos.

Nuestra mujer ya sacó sus cuerdas vocales y sus ojos, ya terminó de sacarles los pulmones y todo eso lo llevó Massimo.

Solo queda el corazón.

Y lo está sacando, la mujer ya no puede gritar, así que se sacó los audífonos y nos pidió que hagamos total silenció.

No le importa que ella se muera, importa no arruinar el órgano que va a ser vital para un niño de 15 años.

Sí, es un varón.

Lo saca, y lo coloca rápidamente en la caja, viendo cómo murió la mujer.

Espectacular.

Tom es el que lleva lo último que le saco al cuerpo.

No quiso exponer a Gio a eso, está aquí viendo, pero de a ratos pasea su mirada por la pared y Ate debe de haber pensado que darle en sus manos un corazón no sería lo mejor para él.

Cuando ya terminó, ve si obra, sonríe, se quita los guantes y los pone en el agujero del estómago del cadáver, junto con el suero y la bata que se sacó.

La sangre que cayó por su cuello manchó su remera y sus pechos y nos dio la espalda para lavarse las manos y el cuello en la bacha que hay ahí.

Se inclina un poco hacia adelante, dándonos un espectáculo de sus gloriosas nalgas.

Golpean la puerta interrumpiendo los movimientos de ella.

Atenea: Entra.

Grita al mismo tiempo que se da vuelta, su remera se ha mojado un poco y se transparentó dejando a la vista su brasier blanco de encaje que apenas si sostiene esos enormes pechos.

Hombre: ¿Necesita algo más señora?

No la ve al rostro o al pecho, está mirando el suelo, mejor para su vida.

Atenea: Saquen el cadáver, mátanlo en el horno pizzero que está en los calabozos y las cenizas al bosque, aquí no ha sucedido nada.

Entran dos hombres más mirando el suelo y con la sábana que tenía abajo del cuerpo en la camilla lo sacan y cierran la puerta.

Se da la vuelta y abre una puertita de dónde saca ropa y se sacó su remera mostrando el broche de su brasier y toda su deliciosa y suave espalda.

Massimo sin tapujos saca su polla y la empieza a masajear, Christoph se acercó a su espalda y la agarró de las caderas.

Christoph: Tienes una polla que complacer Baby y luego seis más.

Atenea: No creo que...

La puerta abriéndose interrumpe lo que quería decir, por suerte no la ven sin remera por qué la espalda del Alemán la tapa, si no el hombre estaría muerto.

Junior: ¡Vete!

El hombre sin decir a lo que vino o llevarse lo que vino a buscar sale corriendo dando un portazo al salir.

Atenea: Decía, que no creo que sea prudente hacer algo aquí, las cámaras las está viendo mi madre y los hombres tienen permiso de entrar.

Massimo: Bueno, hasta donde sé, ya la mayoría de la casa sabe cómo es mi polla.

Se la guarda con paciencia y sin vergüenza.

Ryan: No te salvas, seductive, ponte una remera y vamos a la casa, ahora.

Atenea: Los que no se salvan son ustedes cariño, caminen.

Dice después de ponerse una remera.

La seguimos y cuando entramos a la casa se queda en la puesta esperando que todos pasemos y cuando lo hacemos cierra con seguro.

Nos sentamos en el sofá uno al lado del otro, Massimo se vuelve a sacar la polla y la vuelve a masajear.

Atenea se acerca a nosotros contoneando las caderas, mientras se saca la ropa y llega a nosotros solo en ropa interior.

Es bellísima.

Se arrodilló en el suelo a unos pasos de Massimo y gateó en cuatro hasta que su rostro quedó entre sus piernas, frente a la polla.

Dejó de masturbarse y le hizo una seña con la cabeza a nuestra mujer indicando que se la chupe.

Ella saca la lengua y la pasa por todo el largo, desde la raíz hasta la punta.

Massimo: Mierda amor.

Sisea.

Se la mete en la boca y Massimo cómo desesperado que es, agarra su cabeza y comienza a follarle la boca sin importarle si la deja sin respirar.

Giovanni se pone de pie y se arrodilló detrás de Atenea, le abre las piernas y se acuesta en el suelo entre medio de ella y agarra sus caderas para que se le siente en el rostro.

Esto va a estar bueno.

Atenea. 4°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora