Atenea. 4°

🔥CAPITULO 32🔥

EDITADO.

🎨<<{Tom}>>🎨

En el momento en que ella dijo, te la follaste, supe que el viaje en el Jet no terminaría como debería.

Tranquilo.

No, por supuesto, es que a los idiotas promiscuos no se les ocurrió que tenían una esposa que es peor que Chernóbil, no, solo dejaron sus follones cerca de mi musa, dónde puede ver cómo se le insinúan.

Imbéciles.

Manchan su rosada aura por una oscura y perversa, que me encanta, pero quiero que esté tranquila, feliz y disfrutando en nuestra luna de miel.

Pero no, ahora está vomitando las hamburguesas que se comió porque le cayeron mal.

Seguro que esa mujer le puso algo, la mataría en este instante si no estuviera ocupado sosteniendo el cabello de mi musa.

Cuando termina, tira la cadena y se lava los dientes.

Atenea: No es nada mi vida, solo he estado muy nerviosa últimamente y me cayó mal la comida.

Aparte del mal trago de la azafata.

Lo dejamos ahí, porque ya se siente y se ve mejor, así que salimos del baño y vamos a sentarnos, pero claro, nada es tan fácil en nuestra vida.

Siempre va a haber estorbos.

Cómo la azafata que se sentó en las piernas del Alemán, él tiene sus manos en alto, como si quisiera que se notará que él no tuvo nada que ver.

Ryan: ¿Qué haces?

Azafata: No sé preocupé, señor, no es la primera vez que lo hago.

Junior: Está casado.

Hui: No puedes sentarte en las piernas de hombres casados, está mal.

Azafata: No está casado.

Massimo: No ves el anillo.

Por supuesto que lo hace, pero eso no importa cuando tienes una cuenta de banco con muchos ceros.

Bueno, si mi hermana estuviera aquí, la mujer estaría volando por los aires.

Atenea: Tráeme agua.

Azafata: Por supuesto, señorita, ¿Quiere más comida?

Atenea: No.

Azafata: Una mujer embarazada debe comer el doble.

¿Insinúa que está gorda?

¿O qué me casé con ella por un embarazo?

Mira su abdomen, está marcado, no está hinchado.

Atenea: No estoy embarazada.

Y lo sé, se hizo un test hace unos días, cuando empezó con las descomposturas, le dio negativo.

Azafata: Oh, Yo...

Atenea: ¿Me estás diciendo gorda?

Lo único gordo que tiene en su cuerpo son las nalgas, pero están firmes y son deliciosas así.

Sus pechos son enormes también y mordibles.

Azafata: no, por supuesto que no.

Atenea: ve a traerme el agua.