Atenea. 4°

🔥CAPITULO 13🔥

EDITADO.

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Me escapé de la habitación a la hora de que Christoph se durmiera y me monté en el Jet de mis padres que ya estaba preparado.

Me devolví a casa y ahora estoy aquí, cruzando la puerta en medio de la noche, esperando ver a alguien y abrazarlo.

Los extraño tanto a todos.

Cruzó la sala y fui al estudio de Tom, intentando ver a escondidas sus nuevas obras, pero cuando entre él está ahí con auriculares puestos y dibujando en su iPad.

Atenea: Hola.

Se gira levemente.

Tom: Ya salte de mi mente.

Me gruñe.

¿De qué habla?

Atenea: ¿Qué dices?

Tom: Vete, desaparece ya de mi mente, ella no está aquí, se fue.

Atenea: Tom.

Lo llamo.

Tom: ¡No, deja de atormentarme todo el tiempo!

Atenea: Mi vida, soy yo, estoy aquí.

Tom: ¡Mentira, eres producto de mi estúpida mente que te extraña!

Lo abrazó con fuerza para que vea que soy real, estoy con él y no pienso volver a dejarlo.

Tom: Mierda, mis alucinaciones se vuelven más fuertes, creo que debo ver a un doctor.

Atenea: Soy doctora, Tom.

Tom: Pero no estás conmigo, me dejaste.

Atenea: Perdóname por eso, mi vida, ¿Por qué no te acompaño a dormir?

Las bolsas debajo de sus ojos me demuestran que hace días no duerme, lo acompañó a su cama, le saco la ropa dejándolo solo en su bóxer.

Mierda, todavía recuerdo su striptease y babeo.

Lo acuesto e intento arroparlo.

Tom: No puedo dormirme.

Atenea: ¿Por qué?

Tom: Por qué cuando cierro los ojos desapareces.

Atenea: ¿Quieres que me acueste contigo para que veas que no voy a volver a desaparecer?

Tom: Sí.

Me saco la ropa, me quedé en ropa interior.

¿Le molestará?

Atenea: ¿Puedo dormir así?

Tom: Por favor.

Me acurrucó con él y le acarició la cabeza, hábito que él me pegó.

Tom: Ya que eres una alucinación y cuando me duerma vas a desaparecer, ¿Puedes besarme?

Lo besó fundiéndose en él, es un beso apasionado e intenso, con tanta conexión que me acobarda por un momento.

Su beso es arte puro, tan lleno de sentimientos como los cuadros que pinta.

Nos separamos y apoya su cabeza otra vez en la almohada.

Tom: Aunque haya sido una alucinación, me encantó besarte, mi musa.

Me abraza y duerme.