Amuleto de la suerte - Rivers_gg y tú (__G!p)

Lo siento mucho, les mentí...

Narras tú

–Wey...Ibai me llamó como diez veces– reí y se sentó, quejándose de inmediato.

–Mien, haz menos obvio que _____ te partió el culo– sonreí y Rivers frunció su ceño mirando a su mejor amigo.

–Pendejo– reí y ella subió sus pies a la silla –Wey...creo que pasó algo con lo de la velada, ayer me llamó un chingo– tomé mi celular y se lo di.

–Ten, para que no lo llames por WhatsApp– lo tomó y miró la pantalla.

–¿Cuál es la clave?– dijo mirándome.

–Ay cabrón, te entregaste solita– reí por el comentario de Osvaldo y se la di.

–No tengo nada que ocultar– serví las tres tazas de café y puse las donas en la mesa.

–¿A poco?– dijo entrando a mis contactos para buscar a Ibai.

–A poco– me sonrió y me senté a su lado.

–Ibai...hola, soy Rivers...ayer estuve algo ocupada y no tenía mi celular conmigo, perdón– con Osvaldo la miramos –Oh...entiendo...¿Cómo se llama?– rió –Wey, claro que sí...okay, byeee– colgó y seguimos mirándola.

–¿Qué chingados pasó?– preguntó Osvaldo.

–Me cambiaron la pelea– miró la fecha –Me dijo que podía cancelar, porque es solo una semana antes de anunciarlo y de imprevisto, pero no creo que haya problema, me emociona más esta pel...– su amigo la interrumpió.

–¡Ya dinos! ¡¿Con quien chingados vas a pelear?!– reí.

–¡No me estés gritando a mí!– le respondió de la misma forma.

–¿Con quién vas a pelear?– me miró.

–No sé si la conozcas, se llama...– Osvaldo la interrumpió.

–¡¿A ella sí le dices, perro?!– mi novia lo miró.

–_____ me habla bonito– negó.

–Es porque te gusta comerle el pene, ya solo dilo– Rivers se sonrojó mientras negaba –Admítelo, ya lo sé, todos lo sabemos– tomé un sorbo de mi café.

–¿Quieres comérmelo tú?– mi novia frunció su ceño y reímos.

–Ya wey, ¿Con quién chingados te vas a agarrar a madrazos?– Rivers revisó su celular.

–Le dicen "La Rivers"– fruncí mi ceño.

–¿Marina Rivers?– miró algo en su teléfono nuevamente y luego asintió.

No dije nada y tomé mi dona para comerla. Ambos se quedaron mirándome en silencio y noté aquello, lo cual me puso algo nerviosa.

–¿La conoces?– preguntó mi novia y asentí lentamente.

–No nos llevamos muy bien, tuvimos...algunos problemas– frunció su ceño.

–¿Cogiste con ella?– reí y el celular de Rivers comenzó a sonar. Lo tomó para hablar con Samper y con Osvaldo nos miramos durante algunos segundos.

–No hablemos del tema– dije quitando mi vista y reímos.

–Pinche ______, le andas dando tu verga a todos ¿Por qué no me la das a mí?– sonreí y lo miré.

–Arrodíllate, antes de que venga Rivers– nos reímos y mi novia volvió.

–Wey, tengo un chingo de hambre– se quejó levemente al sentarse y sonreí.

–¿Me la quieres comer?– relamió sus labios.

–No me antojes– Osvaldo se quejó exagerando y reímos comenzando a comer.