Amuleto de la suerte - Rivers_gg y tú (__G!p)

2-1

ANTES DE LEER

🐥¡PURO PINCHE PÍO!🐥

LAS POLLAS SON CAMPEONAS, SE CELEBRA CON ESTE CAPÍTULO QUE ACABO DE TERMINAR DE ESCRIBIR

¿Se imaginan y en el fic, rayis se encarga de que no solo en pío femenil salgan campeonas? 👀

Los siguientes capítulos estarán muy buenos, se los aseguro.

Gracias por seguir apoyando el fic♥️

Disfruten de la lectura💕

Narras tú

Suspiré nerviosa y sentí las manos de Rivers en mis hombros, así que tomé un respiro e intenté calmar mis nervios.

Diego ya había pasado con su equipo, así que ya era mi turno. Rivers acarició mi espalda y me dio una nalgada, lo cual me hizo sonreír.

–¡Ha llegado el momento que todos estamos esperando!– dijo Ari –Ha demostrado ser la mejor en todo lo que hace, tanto en el fútbol, los streams, el amor y en quién tiene el pito más largo– reí levemente –Hoy está aquí para demostrar que nadie que sea capaz de meterse con ella sale sin ser humillado– sonreí –Y viene a pararse a este ring como un acto de amor hacia la elegida– hizo una pausa –¡Tenemos, directamente desde (Tu país) a _____!– dijo animada.

De pronto comenzó a sonar la canción que había elegido, ya que era mi favorita para momentos importantes y siempre la ponía en los streams. (Comenta la canción de tu entrada👀)

Me indicaron que ya debía comenzar a caminar, así que entré levantando los brazos para animar y después le tomé la mano a Osvaldo. Este fue conmigo y al llegar al ring, noté que Marina estaba con Diego.

Solo reí sin decir nada y Rivers subió conmigo, me dio un abrazo y después de ponerme los guantes se bajó. Osvaldo me dio un golpe en la entrepierna y frunció su ceño.

–Está duro– reí.

–Es un protege huevos– nos reímos.

–No mames, era mi oportunidad de tocártela– dijo triste y después sonrió –Vamos, mien, pártele su puta madre a ese pendejo mierda, que pague por lo que le hizo a la Rivis y por todo lo que ha dicho de ustedes– me dio un abrazo y bajó también.

El estadio estaba coreando mi nombre y aquello me hizo sentir un poco más segura. Tomé un respiro y Ronny me dio una leve bofetada para luego ponerme la careta.

–Te quiero bien despierta, has trabajado muy duro estos meses, así que primero cánsalo y después le tiras vergazos al hígado– asentí –Tú puedes, pinche morra, estoy muy orgulloso de ti– le sonreí y me puso el protector bucal.

Se bajó del ring y el árbitro nos hizo ir al centro. Nos explicó las reglas nuevamente y después revisó nuestros guantes y caretas.

Nos hizo ir a cada esquina y miré a Rivers, esta me aplaudió y la escuché gritarme.

–¡Vamos, chingadamadre!– sonreí y me giré para mirar a Diego.

El árbitro nos miró y cuando tocaron la campana, este dio inicio al combate. Diego se dio unos golpes a sí mismo en el pecho y avanzó decidido.

Yo avancé con algo más de precaución y este tiró varios golpes, pero los esquivé todos, ya que no era tan rápido.

Tiró dos más y cuando esquivé su upper, como su guardia estaba arriba, golpeé el costado de su vientre y retrocedí un poco, así que este solo alcanzó a rozar mi careta.