Amuleto de la suerte - Rivers_gg y tú (__G!p)

Aléjate de mi novia

ANTES DE LEER

Antes que todo, perdón por tantos días sin actualizar jajajaja no me di cuenta de que pasó tanto tiempo😔

Y segundo...perdón, pero el capítulo intenso será el próximo, el cual publicaré mañana 👀🔥

Ahí sí sin dudas, lo digo antes para que no me funen si este capítulo no es lo que les prometí JAJAJAJAJ

P.D.: ¿Qué momentos, juegos, eventos o actividades les gustaría que escribiera con Rayis incluida? 🤔

Disfruten de la lectura♥️

Narras tú

–¡Eh eh eh!– nos encontrábamos en la habitación de Spreen, aún bebiendo y disfrutando de la música.

–Cuidado, pendeja– dijo Rivers cuando me senté a su lado y le hice tirar algo de su bebida.

–Me gusta que me digas así– nos sonreímos.

–Me gusta decirte pendeja– dijo hablando lento, debido a su estado.

–A mí me gusta que me la chupes– esta se rió y me dio un pequeño golpe.

–¿Sí?– asentí –Me encanta chupártela– susurró sonriendo.

–Se me paró– nos reímos.

–¡Van a coger! Traigan una cámara– dijo Roier apuntándonos y Rivers lo miró negando.

–A Rivers se le está cayendo la baba, sí van a coger– dijo Mariana y me sonrojé.

–Mejor cojamos los dos– este se rió y me levanté para ir a buscar algo de comer.

Miré a Rivers, volviendo a caminar hacia ella, con una bolsa de Cheetos en la mano.

–¿Quieres?– asintió –Si me das un beso– rió mirando mi entrepierna, ya que me encontraba parada frente a ella.

–¿En dónde?– sonreí sonrojándome.

–Me caes bien borracha– me dio un pequeño golpe y me senté a su lado, dándole la bolsa.

–¿Me traes otra?– dijo mostrándome su lata vacía y asentí volviendo a levantarme.

Fui a la nevera para sacar una lata nueva y también tomé otra para mí.

–Eh...– levanté la vista mirando a Spreen –¿Qué está pasando con Rivers?– reí.

–Lo que ves...nada más– dije sonriendo.

–Lo que veo es que tienen unas re ganas de coger aquí mismo sobre el sillón– me sonrojé levemente.

–¿Me prestas la cama?– nos reímos y asintió.

–Pero no hagan tanto ruido– me chocó el puño y reímos mientras me alejaba.

–Ten– la tomó y su celular comenzó a sonar repetidamente. No alcancé a leer el nombre, pero su sonrisa se borró al instante –¿Todo bien?– me senté a su lado y asintió bloqueando el celular.

–Perfecto– abrió la lata y se la tomó casi completa, pero se la quité de la boca para que parara.

–Eh, que no es una carrera– me la quitó nuevamente.

–Aún no estoy lo suficientemente borracha, wey– reí y lo llevó a mi boca, haciéndome beber el resto del contenido.

–Yo sí estoy muy borracha, tres tragos más y ya no se me va a parar– soltó una carcajada y sonreí al haberla hecho reír.