Desde que nacemos, empezamos a desarrollar gustos.
Poco a poco, tenemos nuestros primeros sueños: ¡ser una princesa! ¡Tener un dinosaurio! - estos suelen ser bastantes imposibles.
Conforme crecemos, llegan los más realistas - ¡Policía! ¡Médico! ¡Vet...
Una vez se cerró la puerta, los ojos de mi amigo y yo se encontraron.
Había un cúmulo de emociones en los dos: tristeza, alegría, felicidad, miedo, nostalgia...
- ¿Y ahora qué? -pregunté a la vez que me sentaba en el sofá.
- ¿A qué te refieres? - preguntó.
- No lo sé, estoy muy feliz y agradecida...pero ahora no sé que hacer, no sé como gestionar todo esto - respondí algo agobiada.
Este se sentó a mi lado y me acarició la cabeza.
- Sé como te sientes, pero solo serán los primeros días, hasta que nos adaptemos a este gran y buen cambio. Esto nos hará mil veces. Mary...hemos conseguido una oportunidad increíblemente alucinante.
Me abrazó y yo le correspondí.
- Bien, ¿desempacamos? - dijo animado.
- ¿Ahora? - la pereza me abrumaba - Es de noche, ya mañana. Vamos a comer...¿tienes dinero? Yo tengo esto - le enseñé lo que tenía - por lo menos nos da para comprar un paquete de ramen, ¡eso es un festín!
- Yo tengo esto, si lo juntamos, nos da para un paquete de ramen y un refresco - dijo alegre.
- ¡Sí! ¡Es más que nunca! - exclamé aliviada.
Sin pensarlo dos veces, salimos del apartamento y nos dirigimos a la primera tienda de conveniencia que encontramos.
Rápidamente compramos y comimos allí mismo sentados en unas mesas que habían en el local.
- ¡Ah! - exclamé con satisfacción - ¡que bueno está!
- ¡Mmm! ¡Sí! - me acompañó mi amigo mientras cogía un poco más.
- Está más bueno porque la cena es compartida, en nuestro primer día en la empresa de Stray Kids y con nuestro apartamento propio - sonreí y este me pellizcó con cariño el moflete.
Después de disfrutar la noche allí sentados mientras hablábamos tras la cena, volvimos al apartamento.
Aunque nos perdimos por los pasillos de edificio, logramos encontrar la puerta que nos pertenecía.
- ¡Aquí es! - dije aliviada al fin.
- ¡Bien! - respondió Dan - Vamos a entrar, que hace frío.
Echamos la mano al lector de códigos de la puerta...
- Dan...¿Cuál es el código?
****
No sé cuantas vueltas dimos por todo el edificio.
- Chris dijo que vivían debajo nuestra. Si venimos desde ahí, hemos cogido ese ascensor, hemos salido en esa dirección...¿debería de ser esta no?
Mi amigo me miró y se encogió de hombros. Ambos éramos desastrosos en la orientación.
Pegué la oreja a la puerta para ver si podía escuchar algo y reconocer las voces de alguno de los chicos, pero la calidad de las puertas debían de ser increíbles, pues no podía escuchar absolutamente nada. ¿Tal vez no están?
- ¡Dan! - dije alto a la vez que le daba un pequeño golpe a mi amigo - ¡Tenemos móviles! ¡Y los chicos registraron su numero en este!
- ¡Es verdad!
No sé como se nos pudo haber olvidado eso. Toqué mis bolsillos...nada.
Dan tocó sus bolsillos...nada
No estamos acostumbrados a llevar el móvil y nos lo habíamos dejado en el departamento.
Frustrados, pensamos nuestras opciones. Teníamos varias: ir a la empresa y dormir allí, tocar puerta por puerta hasta encontrar a los chicos, o dormir en el pasillo.
No queríamos molestar a los vecinos del edificio y tampoco podíamos dormir en el pasillo porque podría crear una mala imagen.
Vuelta a nuestra vida de antes...dormiremos en la sala de ensayo de la empresa.
***
Volvimos al lugar. Estaba bastante vacío, ya todos habrían vuelto a sus respectivas casas. El edificio de JYP también era muy grande, pero era más orientativo pues los pasillos estaban nombrados dependiendo de si era la planta de los productores, traineers, idols que ya han debutado, y dentro de estos, las habitaciones tienen carteles: sala de ensayo 1, sala de ensayo 2..., estudio de canto, estudio de rodaje....y ya hay habitaciones propias como la sala de Stray Kids, de un grupo de chicas llamado Twice y de otro llamado Itzy, entre otros, que aun no conocíamos al resto de compañeros y compañeras, pero al parecer esos grupos estaban ahora en lo alto.
Llegamos a nuestra sala, que estaba al lado de la de los chicos que habían cambiado nuestra vida para siempre. Sin pensarlo dos veces, corrí por el lugar sin poder evitarlo.
- ¡Dan! Aquí podemos dormir en los colchones de las acrobacias - dije animada mientras saltaba sobre uno de ellos.
Este cerró la puerta y me siguió.
- A ver, podemos dormir en la piscina de cubos de espuma, en el colchón fino de las piruetas o en los colchones anchos de las acrobacias más peligrosas. - observó este.
- La piscina no, que incómodo, además los cubos de espuma te absorben y vamos a amanecer en el fondo de la piscina - reí - los finos no por razones obvias, ya hemos dormido muchos años en el suelo duro. Así que mejor este - respondí mientras rodaba por el colchón grande y ancho.
- Decidió entonces - sonrió.
Una vez tumbados, estuvimos hablando de todo un poco, temas triviales, hasta que caímos dormidos.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy!
Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!
Mil gracias por el apoyo~
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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.
EDITORIAL: Ediciones Arcanas.
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♡¡Hasta pronto!♡
♥STRAY KIDS, MI PICALPONCHO (Wolfchan), y yo♥ El gran día que conocimos a los chicos de SKZ♥
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