Hasta la última canción - Bang Chan - Stray Kids

Capítulo 58

La noche había caído sobre el campamento, y el crepitar de la fogata era el único sonido que se escuchaba aparte del murmullo de nuestras voces. La cena había sido un éxito, y ahora estábamos sentados en un círculo alrededor del fuego, terminando los últimos bocados de carne. El calor de las llamas nos envolvía, creando un ambiente íntimo y acogedor.

Han lanzó un hueso al fuego, observando cómo las llamas lo devoraban.

—¿Sabéis? —dijo, rompiendo el silencio—. A veces, ser un idol puede ser realmente agotador. No solo por los ensayos y las presentaciones, sino también por las tensiones con el staff. No siempre entienden nuestras necesidades.

—Sí, recuerdo esa vez que tuvimos un problema con uno de los coordinadores —añadió Changbin—. Estaba empeñado en que cambiáramos todo el concepto del álbum en el último minuto. Fue una locura.

Asentí, escuchando atentamente. Aunque Dan y yo éramos nuevos en esta empresa, ya habíamos escuchado historias similares.

—Afortunadamente, todo salió bien al final —continuó Hyunjin—. Pero esos momentos pueden ser realmente estresantes. Y luego están las expectativas tanto de los seguidores como de la familia...

—Hablando de familias —intervino Seungmin, sonriendo—, nunca hemos hablado realmente de nuestras familias. Yo tengo una hermana mayor, y ella siempre me mantiene con los pies en la tierra.

—Yo soy hijo único —dijo Hyunjin—. Mis padres siempre han sido muy comprensivos con mi carrera, pero a veces siento que les gustaría que pasara más tiempo en casa.

La conversación fluyó de manera natural, cada uno compartiendo detalles personales. Félix nos contó sobre su hermana mayor y menor y cómo ellas siempre lo habían apoyado. 

—Tengo tres gatos en casa —dijo Minho, sonriendo—. Ellos siempre me reciben con tanta alegría cuando regreso. Es una de las cosas que más extraño cuando estamos de gira.

—Yo tengo una perrita llamada Cherry—añadió Chan—. Nunca me siento solo cuando estoy con ella en mis visitas a Australia.

La conversación continuó, y supe que pronto llegaría el momento en que Dan y yo tendríamos que hablar. Y no quería llegar a eso.

—¿Y vosotros, Mary y Dan? No hemos escuchado mucho sobre vuestras familias o vuestras vidas fuera de la música.

El silencio fue palpable y Dan y yo nos miramos fijamente causando que los chicos se extrañara. Dan fue el primero en hablar. Se acomodó en su asiento y miró a todos con una sonrisa.

—Bueno, la verdad es que nunca hemos hablado de esto con prácticamente nadie, ni nuestra anterior empresa lo sabrá - soltó un suspiro preocupando a los chicos. - Nuestros temas familiares son algo más oscuros.

Dan me miró, pero él sabía que yo no hablaría nada del tema. Al menos, hoy no.

- Digamos que yo soy la familia de Mary y que Mary es mi familia - terminó diciendo.

Aquello dejó bastante sorprendidos, en el mal sentido, a los ocho miembros del grupo, pero no preguntaron más ya que no querían entrometerse. Ya lo contaríamos nosotros cuando estuviéramos listos. 

La conversación se desvió hacia anécdotas divertidas de sus mascotas, y la tensión se disipó. Me sentí más conectada con todos, como si las historias compartidas hubieran creado un puente entre nuestras vidas.

—Es genial conoceros mejor —dijo Chan, sonriendo—. A veces, en medio del caos del trabajo, olvidamos tomarnos un momento para simplemente hablar y conocernos como personas.