Hasta la última canción - Bang Chan - Stray Kids

Capítulo 51

Llegó el momento de dar el siguiente paso en nuestra preparación para la acrobacia. Decidimos que era el momento de practicarla en el aire. Nos elevamos a un metro del suelo, poca distancia, una precaución para minimizar cualquier riesgo en caso de caída. La emoción y los nervios se entrelazaban mientras nos preparábamos para intentarlo por primera vez.

—¿Estás listo? — pregunté a Dan, sintiendo la adrenalina recorrer mi cuerpo.

—Absolutamente. Vamos a hacerlo — respondió, mostrando determinación.

Nos posicionamos en los laterales, saltando desde unas sillas para encontrarnos en el centro. La idea era agarrarnos de la cintura del otro, encogiendo las piernas para crear un impulso que nos hiciera girar con velocidad. Sin embargo, justo en el momento del encuentro, algo salió mal.

—¡Ah! — exclamé mientras chocábamos pecho contra pecho en el centro, forzándonos a soltarnos de las telas.

Ambos nos apresuramos a poner los pies en el suelo, evaluando si estábamos bien. Tardé un momento para recuperarse antes de hablar.

Preocupado, Dan se acercó rápidamente a mi.

—¿Estás segura de que estás bien?

—Sí, no te preocupes. ¿Y tú? — pregunté, devolviéndole la preocupación.

Dan asintió, aunque podía notar la tensión en su expresión.

—Estoy bien, solo fue un choque inesperado.

Nos aseguramos mutuamente que estábamos bien, aunque la frustración por el contratiempo estaba presente.

Después del inesperado tropiezo en nuestra acrobacia, Chan y algunos de los otros chicos de Stray Kids, que nos observaban desde la distancia, se acercaron con expresiones de preocupación.

—¿Estais bien? —preguntó Chan, mirándonos con ojos preocupados.

Dan y yo intercambiamos miradas y luego le aseguramos a Chan que estábamos bien.

—Sí, todo bien. Son cosas que pasan durante los ensayos. — le dije con una sonrisa reconfortante.

Dan asintió, añadiendo:

—Exacto. No te preocupes.

Chan pareció aliviado pero aún preocupado.

—Deberíais tener más cuidado. No quiero que os lastiméis.

Le agradecimos por su preocupación y le aseguramos que solo fue un susto, que estábamos tomando todas las precauciones necesarias. Chan se quedó un momento más, observándonos con atención, antes de regresar con el resto del grupo para ponerlos al tanto de la situación. Pudimos escuchar como les tranquilizaba:

—Chicos, Mary y Dan tuvieron un pequeño percance, pero están bien. — les explicó Chan al grupo.

Los otros chicos asintieron, algunos mostrando expresiones de comprensión y aliento. Dan y yo nos preparamos para continuar con el ensayo. Chan se quedó un momento más mirándonos desde la distancia antes de unirse nuevamente al grupo. Agradecimos su preocupación y nos preparamos para retomar nuestro ensayo con más determinación, conscientes de que cada intento nos acercaba un paso más a dominar la acrobacia y ofrecer un espectáculo memorable.

Respiramos hondo y nos tomamos un momento antes de decidir intentarlo de nuevo.

—Esta vez, sincronizamos mejor el giro en el centro. Vamos a hacerlo —propuso Dan, recuperando la confianza.

Nos preparamos nuevamente, aprendiendo de la experiencia anterior. El desafío estaba frente a nosotros, pero la determinación ardía en nuestros ojos mientras nos lanzábamos una vez más, decididos a superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino hacia la perfección de la acrobacia.