El día del ensayo en el pabellón finalmente había llegado. Me desperté temprano, sintiendo la emoción burbujeando en mi interior. Miré a Dan, aún dormido, y decidí hacer el desayuno. Con cuidado, me deslicé fuera de la cama y me dirigí a la cocina.Preparé uno de nuestros desayunos favoritos: pan tostado con mantequilla y mermelada, acompañado de un zumo fresco. El aroma de la tostada recién hecha llenaba la cocina mientras trabajaba, y la anticipación del día por delante me hacía sonreír.
Justo cuando estaba terminando, escuché a Dan bostezar desde la habitación. Se presentó en la cocina, con el pelo despeinado y una expresión soñolienta en el rostro.
—¿Qué huele tan bien? — preguntó Dan, acercándose con curiosidad.
—¡Buenos días! Hice desayuno. Tostadas y zumo. Necesitamos energía para el ensayo— respondí, mostrándole la mesa preparada.
Dan sonrió agradecido.
—Eres increíble, Mary. Gracias por hacer esto.
Nos sentamos a desayunar juntos, compartiendo algunas risas y charlas ligeras para empezar el día con buen ánimo. Mientras saboreábamos la comida, hablamos sobre las expectativas para el ensayo en el pabellón y lo emocionados que estábamos por pulir la coreografía.
Después de desayunar, nos dirigimos a nuestras habitaciones para cambiarnos. Optamos por ropa cómoda y adecuada para los movimientos y acrobacias que teníamos planeado ensayar. Preparamos nuestras mochilas con botellas de agua, toallas y otras cosas necesarias para el ensayo.
Poco después, salimos juntos del edificio. El sol estaba comenzando a brillar en el cielo, y el día prometía estar lleno de desafíos y logros. Con cada paso que dábamos hacia el pabellón, la anticipación crecía, y sabíamos que este ensayo sería crucial para perfeccionar nuestra presentación.
Estábamos de pie en la entrada del edificio, Dan y yo, esperando a que los chicos de Stray Kids nos recogieran. Habíamos quedado en ir juntos al pabellón para el ensayo, y la emoción llenaba el aire mientras aguardábamos.
No pasó mucho tiempo antes de que la furgoneta de la empresa se detuviera frente a nosotros. La puerta se abrió, revelando a Chan y Hyunjin, ambos sonrientes y llenos de energía.
—¡Hola chicos! — saludó Chan, y Hyunjin asintió con entusiasmo.
— ¿Dónde están los demás? — pregunté curiosa, notando que solo dos miembros de Stray Kids estaban en la furgoneta.
Hyunjin rió antes de responder:
—Oh, Minho está regañándolos. Se quedaron dormidos y él les está metiendo prisa.
Una sensación de terror recorrió mi espina dorsal al escuchar la noticia. Aunque aún no conocía del todo a Minho, había oído hablar de su reputación cuando se enfadaba, y no era algo que quisiera experimentar.
—Más les vale apresurarse entonces — comenté con una risa nerviosa, imaginándome la situación en los departamentos.
Subimos a la furgoneta mientras esperábamos a que el resto del grupo se uniera a nosotros. Minutos después, la puerta se abrió de nuevo, revelando a los demás chicos de Stray Kids, junto con un Minho visiblemente molesto.
—¡Apúrense, chicos! No quiero llegar tarde —exclamó Minho, haciendo que todos nos moviéramos rápidamente para darle espacio.
Nos acomodamos en la furgoneta mientras Minho se sentaba con expresión seria. El ambiente se volvió más tranquilo, y la furgoneta se puso en marcha, dirigiéndonos hacia el pabellón para un día lleno de ensayos y preparativos.
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Hasta la última canción - Bang Chan - Stray Kids
FanfictionDesde que nacemos, empezamos a desarrollar gustos. Poco a poco, tenemos nuestros primeros sueños: ¡ser una princesa! ¡Tener un dinosaurio! - estos suelen ser bastantes imposibles. Conforme crecemos, llegan los más realistas - ¡Policía! ¡Médico! ¡Vet...