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Antes de poder replicar algo una luz lo cegó y de nuevo estaba ahí en el santuario.

Nada más aparecer Zorman, Tanizen y Noni se acercaron.

¡Señor Zorman!¿Cómo le fue? – Pregunto Noni, quien sostenía una pequeña flor brillante que soltaba partículas moradas.

Bien, supongo – Dijo Zorman Nervioso.

¿Viste a Juan? – Pregunto Tanizen con una esperanza de que la respuesta fuera afirmativa.

Se formó un silencio en el que Zorman pensaba si contarles lo que pasó con Juan.

Antes de que Zorman pudiera contarles, a un lado de Zorman apareció Rojo.

¡Ah! – Noni dio un salto del susto

Oh, no sabia que tenías compañía, Zorman, mucho gusto, soy Rojo, Dios de todo – Se presentó sonriente el Dios.

¿Usted es un Dios de todo? – Tanizen se encontraba anonadado – Bua chaval, me está dando algo eh, Juan nos dijo mucho acerca de ustedes, pero no imaginaba tener a un Dios de todo frente a mi – Dijo Tanizen aún sorprendido.

Bueno, normalmente no nos dejamos ver, es parte de ser un Dios, pero está situación lo amerita – Dijo amablemente dándoles una sonrisa.

¿Qué situación?¿Está relacionado con Juan? – Dijo Noni

No, es algo privado de Zorman – Explico Rojo, mintiendo para no preocupar a nadie.

Está bien... Creo que nosotros ya nos vamos a la tienda – Dijo Tanizen con desconfianza, sospechando sobre lo que dijo Rojo.

Nosotros también nos vamos, nos vemos luego – Dijo Zorman despidiéndose con la mano.

Zorman se iba a ir caminando pero Rojo los teletransportó a ambos.

Vamos a la tienda Noni – Tanizen empezó a caminar a la salida.

– Si señ- – La flor que Noni sostenía se salió de sus manos y se deslizó por el aire cayendo al suelo.

Tanizen tomo la flor del césped, se acercó a Noni y se lo puso detrás de su oreja.

Así no se te caerá – Tanizen sonrió y Noni le devolvió la sonrisa.

Y ambos fueron caminando a la tienda, sin necesidad de dedicar mas palabras.

|  Estoy vivo  | Juan CubitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora