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¡Juan! – Escucharon un grito a lo lejos, al final del agujero de gusano.

Rojo miro a Zorman y viceversa.

¡Debe ser él! – Le gritó Rojo a Zorman – ¡Prepárate,  no sabemos porque alguien gritó Juan, ni en que condiciones se encuentran!

Zorman asintió ante lo dicho por Rojo.

Rojo agarró su bastón de la espalda, preparándose para lo que esperara fuera del portal.

¡¿Pero que cojones esta pasando aquí?¿Porqué hay otro puto portal?! – Gritó una voz.

¿Otro? – Dijo Rojo, y finalmente salieron del portal.

Rojo tomó posición de ataque analizando la situación en la que se encontraban.

Se encontraban en el santuario de Juan, obviamente destruido. Y frente a ellos habían varias personas. Spreen, Pato y Karchez también se pusieron en posición defensiva e incluso hubiesen atacado. De no ser por Drako.

¿Zorman? – Drako miró fijamente a Zorman – ¿En verdad eres tu? – Se empezó a acercar.

Drako... – Zorman quitó su posición de ataque y también empezó a caminar hacia Drako.

Frente a frente, se quedaron en silencio, hasta que Drako tomó la iniciativa y abrazó a Zorman.

Eso hasta que Drako tomó conciencia de sus acciones y se separó del abrazo.

Eres de otra dimensión ¿verdad? – Zorman solo asintió – Perdón por el abrazo, es que el Zorman de aquí ya no se encuentra con nosotros – Dijo avergonzado mirando hacia otro lado.

No te preocupes, estamos en igualdad de condiciones, el Drako de mi dimensión tampoco está – Dijo Zorman, dándole una sonrisa a Drako para darle confianza.

Boludo, luego seguís ligando, necesitamos ayudar a Juan la concha de mi madre – Dijo Spreen para que caigan en cuenta de lo que esta pasando.

¿Qué ocurre con Juan? – Preguntó Rojo, ya con más confianza al ver habitantes del pueblo.

Un portal se lo tragó y- ¿a vos que poronga te importa? No sabemos ni quien sos – Dijo Spreen agresivamente.

Oh no Spreen, nosotros venimos por Juan – Dijo Zorman mirando a los alrededores, parando su mirada en el portal magenta – ¿Ese portal dices que se lo llevo? – Apuntó con su dedo el portal.

Así es – Dijo Karchez – ¿Qué hacemos, Pato?

El Pato azul solo alzó los hombros como respuesta.

Dejemos que ellos le ayuden, deben saber que hacer, ¿A qué si, Zorman? – Dijo Pato acercándose – No por nada eres el heredero ¿o si? Además de que tener un Dios de acompañante siempre puede ser de ayuda.

¿Cómo supiste que soy heredero y que el es un Dios? – Zorman quedó incrédulo.

Identifico un Dios cuando lo veo.

Rojo se acercó al portal dispuesto a pasar por él. Pero al momento de acercarse, una barrera magenta apareció.

¿Un escudo? – Preguntó Rojo – Necesitamos un hechizo que lo rompa o un simple ataque de poder.

Zorman se acercó al portal y para sorpresa de Rojo, a Zorman no lo detuvo la barrera.

¿Qué cojones?¿Porqué yo si pude? – Miró a Rojo, quien negó con la cabeza, dando a entender que no sabia – Bueno no importa, iré a por Juan.

Zorman miró el portal y tragó duro.

Toma – Dijo Rojo. Zorman se dio la vuelta y Rojo le lanzó su bastón – Por si acaso.

Zorman se volvió a dar la vuelta, el portal estaba justo ahí. Empezó a sudar frío.

Vamos Zorman, solo cruza, es fácil, que somos ¿leones o huevones? – Susurró Zorman para si mismo, dándose ánimos – Una. Dos. Y – Saltó al portal.

|  Estoy vivo  | Juan CubitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora