Todo Empezó En Esa Casa// Nagi Seishiro X T/N

¿Que acaba de pasar?

No había pasado mucho tiempo después de que mi desquiciada alarma me había levantado pero ya se escuchaba la voz de mi madre resonando en toda la casa para que bajara a desayunar, con pesadez me despejé para dirigirme a la pequeña cocina.
-Cariño el desayuno ya esta listo, tu padre y yo en casi nada de tiempo nos iremos a la Luna de miel, ¿Estaras bien?
Como de costumbre mi madre se preocupaba por mi.
-Claro que si mamá, no te preocupes.
-Por cierto cuando vuelvas mi amiga ya habrá venido a por ti y resulta que tiene un hijo de tu edad, va al mismo Instituto que tu así ya tendréis mutuamente a alguien conocido.
Suspire porque gracias a eso mis ánimos decayeron un poco pero no me hiba a desanimar solo con eso, tendría que despejarme para así ir con energías a mi primer día de Instituto.
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Mientras estaba distraída con mi móvil me había chocado con un peli morado (cosa muy curiosa porque no era usual ver), cuando ya había conectado mis neuronas ví al ya mencionado chico en el suelo y al instante ofrecí mi mano para que se levantará.
-Perdón hiba distraída, ¿estas bien?
El chico amablemente aceptó mi mano levantándose, pero su mirada al principio se notaba molesta pero luego cambio a una gentil y amable.
-No te preocupes no me hize daño pero a la próxima fijate un poco por donde vas.
Me avergonzó el hecho que fuera tan directo pero pase de eso volviendo a centrarme.
-De acuerdo y perdoname de nuevo.
Le otorgue una sonrisa amable para luego agitar mi mano como despedida.

Llegue al patio principal de la institución donde me encontré con muchas personas en filas rectas, los profesores mientras hibamos llegando hiban organizandonos en fila para luego ir llamando nos uno por uno.
-T/N Yami
Así fue hasta que (en mi caso y creo que fue así en cada clase) todos estuviéramos, el profesor fue el que nos guió hasta nuestro salón y nos colocó en el orden de la lista para luego sentarnos.

Yo de milagro iba bastante atras pero no del todo si no para ser exactos estaba en la antepenúltima filera y en la tercera columna.

Las horas pasaron rápido ya que no hicimos mucho, solo puras presentaciones y darnos papeles.
Ya estábamos en la última hora pero milagrosamente falto el profesor y nos permitieron irnos antes de la hora.

Lo primero que hice fue sumergirme en mis juegos hasta que me di cuenta que un pelo blanco me había seguido desde que salí de clases así que lo mejor que pude hacer fue.
-¿Vas a tu casa por aquí también?
Pille valor y lo mire a los ojos para darme cuenta que era muy lindo, un momento ¿¡en que pensaba?!, aquel niño me miro con desigualdad.
-Tu eres... ¿Aquella chica que menciono mi madre?
Dijo con sueño, pereza y con desigualdad cosa que me hizo pensar que era el típico pasota pero le pregunté directamente si era el chico que tenía en mente.
-¿Entonces tu eres Nagi seishiro?
-Aja
Su mirada no la desviaba de su móvil casi como si pasara de mi, eso era muy molesto, pero me ha percate que ese juego era al que me tenía tan embobada hace ya tiempo.
-Ese juego no es Diablo Inmortal?
Por primera vez en la conversación, si así se le podía llamar, levanto su cabeza haciendo un contacto visual conmigo.
-Si.
Él era muy serio y frío me tomó por sorpresa pero ¿que más puedo hacer? Específicamente nada.
-Yo también me estoy volviendo adicta a ese juego, sinceramente es mi favorito entre los RPG's de móviles.
Comenté con entusiasmo y felicidad cosa que el se limitó a mirarme de reojo y asentir. El resto del camino lo pasamos en silencio jugando individualmente al mismo juego hasta que llegamos que al mínimo intento de meter la llave que tenía ya había abierto la amiga de mi madre confirmando que si era como supuse.
Aquel niño llamado Nagi Seishiro sería mi compañero tanto de clases como de casa por dos semanas al menos en casa. O mejor dicho en su casa.
Luego de que cogiera mis cosas fuimos para su casa, no se encontraba muy lejos del Instituto y tampoco es que fuera muy grande.
Cuando entramos me di cuenta de que no había una habitación extra para mi.
-Muchas gracias por dejarme quedar aquí temporalmente, pero, ¿donde dormiré?
La madre de Nagi se río por mi nerviosismo que logre transmitir y dijo.
-Con mi hijo y no hay problema con el que te quedes.