-Te quiero más que Stiles a su jeep.
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¿Qué pasaría si Stiles y Noah no fueran los únicos Stilinski?¿Y si Raven Stilinski, prima de Stiles, vuelve a aparecer en Beacon Hills después de años lej...
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Después del entrenamiento Liam va al vestuario de chicos y yo voy al de mujeres. Salgo mirando mi fondo de pantalla fijamente extrañada por la foto hasta que choco contra alguien perdiendo el equilibrio pero la otra persona me sujeta.
–No esperaba que nuestro reencuentro fuera así pero no me desagrada.– Habla Will divertido.
–Sinceramente nunca creí que hubiera un reencuentro entre nosotros.– Hablo separándome del chico.
–Entonces, ¿nunca me quisiste?– Parece que esta conversación le divierte pero a mí sólo me frustra. Nunca pensé que hablaría con él de nuevo.
–Te quise hasta que me pusiste los cuernos con tu "mejor amigo".– Le recuerdo.
–Golpe bajo, lo acepto. Pero vengo en son de paz.– Levanta las manos como si fuera inocente.– ¿Sabes que soy gay? Creo que tú me hiciste gay.
–No sé si sentirme ofendida o culpable por eso.
–No te culparé si me lo presentas.– Señala a Josh que pasa por el pasillo tranquilamente.
–Créeme, si mi sarcasmo te estresa no quieres conocerlo.
–Aguantaré un poco de sarcasmo con tal de poder tenerlo.– Me dice decidido.
–De acuerdo. Yo te avisé.– Agarro del brazo de Will y me acerco a Josh.– Hola Josh.
–Hola, Raven. Y hola...
–Will. Will, él es Josh. Yo ya he hecho mi trabajo, ahora tengo que buscar a Liam. ¡Adiós!– Me alejo de ellos viendo como empiezan a hablar.– Me llaman cupido.– Murmuro para mi misma.
–¿Por qué?– Otra voz masculina me saca de mis pensamientos y no es la persona que quiero ver ahora mismo.
–¿Que?– Le pregunto perdida.
–¿Por qué te llaman cupido?– Vuelve a preguntar sonriendo Nolan.
–Ah, porque emparejé a dos amigos.– Me encojo de hombros sin querer darle muchos detalles. No necesita saber tanto de mi vida.
–¿Quienes?
–¿Sabes? Debo irme, Liam me estará esperando.– Noto como su sonrisa desaparece al nombrar al rubio.– Adiós.
Me alejo para irme de una vez a buscar a mi novio esperando no encontrarme a nadie más.
–¡Stilinski!– Suspiro parando al oír al entrenador llamarme.– Solo quiero decirte que has jugado bien, necesitamos a alguien como tú en el equipo. ¡Todos son unas mierdas! Salvo tu novio, claro. Bueno, y el número 68, ¿como se llamaba? ¿Noah? Si, creo que si.– Niego mientras intento no reír sabiendo que habla de Nolan.
