Another Stilinski || Liam Dunbar

31:Nobody is going to die this night

[31]
[Nadie va a morir esta noche]

–Va hacia la escuela.– Informa Scott leyendo el mensaje que le manda Chris.

Estamos en el jeep de Stiles, el dueño y su mejor amigo en la parte de delante y Liam y yo detrás. Desde lo que ocurrió con Lydia he decidido volver con la manada pero no abandonaré a las manada de quimeras. No por Theo sino porque ellos se han convertido en mis amigos y no los dejaré solos con Theo.

–¿Por qué va Parrish a la escuela?

–No es Parrish, al menos no ahora.

–Bueno, ¿por qué va el perro del infierno a la escuela?

–¿Porque quiere una mejor educación?– Creo que no tengo que decir quién ha sido.– Liam, el perro del infierno va a la escuela así que nosotros también, ¿si?

Llegamos a la escuela y andamos un poco pero un ruido nos asusta. Al darnos la vuelta vemos que ha sido Liam cerrando demasiado fuerte la puerta del jeep.

–Perdón.– Empezamos a andar y como un cachorro regañado el rubio nos sigue con la cabeza gacha.

–¿Y Parrish?– Le pregunta el alfa al cazador en cuanto lo vemos.

–Lo perdí. Se mueve muy rápido.– Liam agarra mi mano y miro hacia donde él lo hace.

–Scott.– Lo llamo al ver lo que el rubio veía.– Él no se está moviendo.– Señalo el cuerpo que se ve a lo lejos.

Nos acercamos al cuerpo con Scott al frente y pasamos al hombre muerto, mientras tanto Liam no suelta mi mano y noto como cada vez la aprieta más asustado.

Más adelante vemos otro cuerpo y cuando nos vamos a acercar vemos el autobús escolar, lleno de cuerpos.

–Ayúdenme.– Susurra un hombre en la puerta del bus con poca fuerza y Parrish aparece.– Os lo suplico.

Cuando vamos a acercarnos Parrish o más bien el sabueso del infierno habla.

–Ya no lo puedes salvar.– Y en cuanto dice eso la mitad del cuerpo del hombre cae al suelo provocado por la Bestia.

–Es enorme. Nadie dijo que era enorme.– Habla Stiles sin quitar la mirada de la Bestia.

–Yo lo dije.– Se queja Liam.

La Bestia gruñe y Parrish igual, el monstruo se aleja corriendo y Jordan va detrás suyo corriendo.

–¿Que está pasando?– Pregunta el moreno.