Arcalis y Keid se encontraban sentados en el sofá, mientras compartían anécdotas y bebían un poco de té. El demonio parecía empeñado en poner al día a su subordinado de los últimos acontecimientos, explicando por qué le había solicitado inusuales peticiones de información los últimos meses.
— Creo que ya estás al tanto del asunto con el contrabandista y de por qué te solicite aquellos datos.
— Comprendo y tengo la información que requiere, sin embargo, no puedo evitar preguntarme ¿Cuándo volverá a su puesto? Los demás subordinados ya comienzan a preguntar y a notar su ausencia. Usted me dijo que su retiro sería temporal, sin embargo, ya han pasado meses.
— Aún no estoy listo para volver a mis funciones, Arcalis. No ahora que mi identidad corre peligro. Además, tú haces un gran trabajo como mi reemplazo. Los contratos siguen realizándose, todo está en orden y no han caído en la anarquía. Eso es suficiente.
— Sí, pero, mi señor... El camino que está recorriendo es peligroso, se relaciona con ángeles, nuestros enemigos mortales. Si el consejo llega a enterarse, usted perderá todo lo que ha construido hasta ahora.
— No sucederá, siempre he sido cuidadoso, además tengo una mano derecha excelente que siempre cubre mi espalda— Keid sonrió.
— Si, pero...
— Por favor, te lo pido, Arcalis, no solo como tu jefe, sino como tu amigo, cúbreme un poco más. Sé que debo volver a mis funciones tarde o temprano. Pero ahora tengo asuntos importantes que resolver. Esto ya no se trata de mi etapa rebelde o de un simple capricho, sino que va más allá.
— Está bien— Este terminó por aceptar— Lo haré por usted.
— ¿Qué harás por él? — Markus frunció el ceño, al entrar a la cabaña y escuchar a medias aquella conversación.
— Le pido a Arcalis que me cubra un poco más, sé que tarde o temprano tendré que volver a mis funciones de demonio de tratos como Corvus. Sin embargo, antes debemos solucionar el problema con Alcor— El demonio le dijo la verdad, no había secretos entre ellos.
— Entonces ¿Volverás al infierno? — El ángel preguntó incrédulo, aquellas palabras hicieron que bajara completamente su guardia.
El infierno era un lugar donde él no podría seguirlo. Estarían separados.
— Por un tiempo— El pelinegro admitió sincero, levantándose para ir a su lado y unir sus manos— Será necesario si queremos mantener una vida juntos. No abandonaré del todo mis funciones para no levantar sospechas a nuestro alrededor. Tendré que trabajar en mi fachada, así como tú tendrás que mantener la tuya ante el consejo.
— Me gusta la parte de mantener una vida juntos— Markus devolvió el apretón con firmeza, por un momento había sentido terror ante la idea de alejarse de él.
Pero Keid tenía razón, si querían estar verdaderamente juntos, debían mantener sus mentes frías y mantener sus fachadas a la perfección. Solo así podrían vivir en paz y felices.
Arcalis observó la escena con interés, así que esta era la razón por la que su jefe no había vuelto a sus labores, estaba enamorado y no de cualquier ser, sino de un ángel, tal vez por eso le había pedido investigarlo tan a fondo. Esto era más que problemático para su posición.
— Bien, que bueno que ya te hayas instalado.
El demonio rubio retrocedió por instinto al ser tomado por sorpresa por el chico de cabellos claros, que había aparecido de la nada a su lado.
— Ten paciencia, Arcalis. El hechicero suele hacer apariciones dramáticas— Keid le explicó— Y no respeta el espacio personal— Agregó.
— Lo siento— Este se disculpó— ¿Una galleta? — El chico ofreció.
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Mi vocalista es un seductor demonio [BL]
ParanormalKeid Corvus es un demonio de tratos cansado de la rutina, todo cambia cuando conoce a un invocador mortal, siente curiosidad por él y aún más cuando este le entrega un "demo" de su música, como agradecimiento al cumplir su deseo. Al escucharlo, qued...