Markus tocó la frente del chico, por cuarta vez esa noche, al parecer la fiebre ya había desaparecido por completo, aun así, se quedó un poco más para cuidarlo.
¿Qué le estaba sucediendo? No se había preocupado de esa forma por nadie más que no fuera su hermana, y luego por coincidencias del destino de Dante. Pero esto, esto se sentía diferente.
Después de aquel beso él... No, sacudió su cabeza, entre menos pensará en ello mejor, una relación entre ellos dos sería más que problemática, por no decir peligrosa, y ya se estaba exponiendo lo suficiente al haber aceptado aquel acuerdo con el demonio, y ahora que sabía su secreto, aún más.
La situación era más que complicada, todos los factores estaban en su contra, aun así, iba a ayudarlo, se lo debía en primer lugar. Se levantó y dándole una última mirada al chico dormido, bajo al primer piso de la casa, donde se dedicó a recoger las diversas plumas negras esparcidas por toda la sala.
No había mentido cuando le dijo a Keid que eran hermosas, por lo que guardó una en su chaqueta antes de tirar las demás y deshacerse de la evidencia. Dante no tendría ni la menor idea de lo ocurrido.
Luego de ordenar, decidió ir a su casa por un cambio de ropa, haría un viaje largo aquel fin de semana, por lo que tendría que estar preparado.
Se sorprendió un poco al girar el pomo de la puerta principal y encontrar a Dante y a su hermana medio desnudos en el sofá apenas entró a su domicilio.
Carraspeó algo incómodo, tratando de llamar la atención de los dos chicos dormidos. Diana fue la primera en abrir sus párpados, y totalmente avergonzada se cubrió con la manta y trató de despertar a su ahora novio.
— Dante... despierta— Lo movió.
— Cinco minutitos más...— Este se quejó.
— Markus está aquí.
— ¡¿Qué?! — El chico despertó de golpe— Oh... hola, Markus ¿Qué tal? — Rio nervioso al verlo.
Diana le compartió un poco de la manta para que se cubriera adecuadamente.
— Hola— Este contestó serio, para luego suavizarse, no tenía caso molestarse, era algo que se veía venir desde hace tiempo— No busco regañarlos, es más, me alegro por ustedes, pero la próxima lleven esto a la habitación, no me emociona ver a mi hermana sin ropa y el trasero expuesto de mi mejor amigo.
— Lo siento, Markus— Diana se disculpó de inmediato— Nos ganó la emoción.
— Sí, lo siento, amigo. No volverá a ocurrir— Dante estaba avergonzado.
— Al menos no en el sofá.
— Diana...
Markus negó con su cabeza, al final su predicción se había cumplido y Diana se había comido al pobre chico.
— A todo esto ¿Dónde está Keid? — Su hermana preguntó— Anoche me dijiste que se irían juntos— Agregó eso último con un tono insinuante para molestarlo.
— No es lo que creen, solo lo llevé a casa, se puso algo enfermo cuando bailábamos, así que lo estuve cuidando.
— ¿Enfermo? Pensé que ustedes...
— No somos tan precoces como otros— Markus rodó sus ojos.
— Iré a verlo, entonces— Dante comenzó a vestirse, preocupado por el demonio.
— Tranquilo, de seguro solo es un resfriado o algo— El chico de cabellos castaño le calmó, no quería que fuera a molestar a Keid, no después de lo que había pasado, él debía descansar.
ESTÁS LEYENDO
Mi vocalista es un seductor demonio [BL]
FantastiqueKeid Corvus es un demonio de tratos cansado de la rutina, todo cambia cuando conoce a un invocador mortal, siente curiosidad por él y aún más cuando este le entrega un "demo" de su música, como agradecimiento al cumplir su deseo. Al escucharlo, qued...