Mi vocalista es un seductor demonio [BL]

Capítulo 32: Volviendo a la normalidad.

Al día siguiente de llevar a cabo el gran plan y solucionar de una vez por todas el problema del contrabandista revolucionario. El grupo se reunió para despedirse y hacer los agradecimientos respectivos.

— Gracias por todo, Wolf. Por ayudarnos a capturar a Alcor y acogernos en tu hogar— Keid le agradeció al chico, mientras se despedían a la entrada de la cabaña.

Dado que el problema de Alcor había sido solucionado, ya todos podían volver a sus vidas cotidianas con normalidad.

— Voy a extrañarte— Diana expresó con lágrimas en los ojos, abrazando al hechicero.

— Yo también, maestro— Dante agregó, uniéndose al abrazo, ahora de tres.

— Nos vemos— Markus no era tan sentimental como los demás.

— Gracias por su ayuda— El demonio rubio inclinó su cabeza en señal de respeto.

— ¿Si saben que no voy a desaparecer verdad? Pueden venir y visitarme cuando quieran, recuerden, una vez conocen mi hogar, siempre podrán encontrar el camino de vuelta— El chico de cabellos claros sonrió— Lo mismo para ti, demonio controlador, la oferta también aplica para ti.

— Lo tendré en cuenta, sobre todo porque aún tengo dudas por resolver, fingiste muy bien cuando te apuñalé— Arcalis expresó su curiosidad al respecto

— Oh eso, no se puede fingir algo así, por lo que no estaba actuando. Realmente me mataste— El chico de cabellos claros confesó para la sorpresa de todos.

— ¿Qué?

Los presentes quedaron atónitos ante tal inusual revelación.

— Poseo una maldición que me hace inmortal, puedo morir, sí, pero solo serán unos pocos segundos los que permaneceré el limbo, luego volveré a la vida, conservando aun mi alma y mis recuerdos— El hechicero explicó al ver la confusión evidente en el rostro de sus compañeros— Creí que Markus les había dicho sobre mi condición— Agregó encogiéndose de hombros.

— Creí que sería más divertido si ellos se daban cuenta solos— El ángel rio.

Entonces comprendieron la razón de porque aquel joven muchacho era tan inteligente, experimentado y poderoso. Tenía quizás cuántos años de experiencia a su favor.

— Momento ¿Cómo puede ser una maldición ser inmortal? — Dante preguntó incrédulo, no lo comprendía del todo.

— Lo comprendes cuando terminas dándole sepultura a todos tus seres queridos tarde o temprano, y tú sigues ahí, aún en pie sin poder cambiar tu destino— El chico explicó con una mueca de tristeza.

— Lo lamento, maestro, mi pregunta fue estúpida— El humano se disculpó de inmediato, retractándose de lo que había dicho.

— No te preocupes, he llegado a aceptarlo. Y puedo quedarme con la idea, de que, gracias a esta maldición, he podido conocer personas maravillosas a través del tiempo, como lo son ustedes, chicos.

— Gracias por todo, Wolf— Keid reiteró, sonriendo ante sus palabras— Y claro que volveremos a visitarte.

— Eso espero. Si no sé dónde encontrarlos— Agregó a modo de broma el chico.

— Bien, yo voy primero, tengo una entrega importante para el consejo— Markus aclaró, tirando de lo que parecía ser una jaula con ruedas, donde se encontraba dentro aún un inconsciente ángel de la muerte.

— Cuídate y vuelve pronto a casa— Keid le pidió, despidiéndolo con un beso.

— Lo haré— Markus sonrió ante el gesto.