Capítulo 22: Triunfando.

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Un mes había pasado desde aquel incidente, los heridos estaban completamente recuperados, y la mayoría había vuelto a la rutina de sus vidas diarias, aunque, no podían decir que volver a la normalidad era algo aburrido.

Diana asomó su cabeza emocionada por la ventanilla abierta del techo de aquella limusina, que la compañía había enviado para recogerlos.

Su disco había sido completado con éxito, lanzado hace una semana atrás al público, ninguno de los integrantes se hubiera imaginado los niveles altos de popularidad que habían obtenido las primeras veinticuatro horas al mostrar su primer sencillo. El cual estaba expuesto en todas las radios, tanto locales como internacionales, también ocupando el puesto número uno en las principales plataformas de descarga.

Todo parecía ir de maravilla para la banda y sus integrantes. Era una época feliz.

— Diana ten cuidado, si una rama te golpea me reiré— Markus le advirtió a su hermana.

— Amor, también puedes tragarte un bicho, no será agradable— Dante aconsejó.

— Aguafiestas— La chica bufó, más no les hizo caso, la sensación del viento en su rostro y poder observar el panorama a su alrededor, era simplemente maravilloso.

Por otro lado, Keid se encontraba concentrado en su reloj, agradeciendo la privacidad del vehículo para poder proyectar la pantalla y el teclado de su particular dispositivo.

— ¿Aún sigues con eso? — Markus preguntó a su lado, viendo la cantidad de datos que se procesaban rápidamente en la pantalla.

— Ya estoy por terminar— El demonio respondió moviendo sus dedos ágilmente por el teclado digital.

— Quien diría que ni siquiera los demonios se salvan de la "declaración de impuestos"— Dante bromeó a su lado.

— Es más bien un informe— Keid explicó— Anualmente debo contabilizarse las almas obtenidas, los tratos realizados, tanto en emisión como terminados, y el crecimiento de mí "empresa" como tal. Por lo que debo realizar el informe, aun cuando ya no haga trabajo de campo, siguen existiendo y creando tratos bajo mi nombre.

— ¿No tienes a alguien que se encargue de ello? — Markus murmuró, por lo que tenía entendido, el chico tenía un ayudante, el cual parecía ser su mano derecha e informante. Aún no lo conocía en persona.

— Sí, pero ya lo he sobrecargado lo suficiente, además soy demasiado perfeccionista para delegar algo tan importante. Lucifer en persona revisa mi trabajo.

— ¿Y cómo es Lucifer? — Dante preguntó con curiosidad.

La pregunta fue de suficiente interés para los presentes, como para que Diana se sentara a escuchar.

— Bueno él... es meticuloso y estricto, le gusta que las cosa se hagan bien. Sigue las reglas y las respeta, aunque puede entender cuando deben hacerse excepciones. Lo respeto por ello— Keid relató mientras mantenía su vista en la pantalla.

— ¿Y físicamente? ¿Es imponente? — Esta vez la chica de cabellos azulados preguntó.

— No mucho, es alto, delgado y de cabellos largos, acaramelados. Aunque el físico no es lo que debe preocuparles de él, sino su aura, puede sentirse la pesadez cuando estas en su presencia, te hace sentir insignificante en comparación.

— Me lo imaginaba como un tipo malote, fornido y con cuernos rojos— Dante comentó— He vivido engañado toda mi vida.

— ¿Qué te dije de guiarte por las leyendas populares, Dante? Lucifer solo es un título que se le entrega al rey de Inférnum. Han existido y existirán muchos más.

Mi vocalista es un seductor demonio [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora