Me encontraba en la arena recostada sobre el pecho de Alex mientras él me abrazaba por detrás, ambos viendo como el sol se ponía en el horizonte.
Este es mi momento del día favorito, en donde el cielo se torna de colores naranjos mientras el sol desaparece dándole paso a la luna.
-Ojalá pudiera parar el tiempo- dije lo suficientemente alto para que él me escuchase.
-Tú, yo y ellos- mientras acariciaba a Stich y Shira quienes se encontraban a nuestro lado- aquí viendo el atardecer, no podría pedir nada más.-
Sentí que Alex respiraba profundo como si quisiera hablar.
-No puedo proponerte parar el tiempo, lo que si puedo proponer es que lo nuestro sea eterno y así poder repetir este momento las veces que quieras.- mientras decía esto se removió para sacar algo de su bolsillo. Aún abrazándome colocó una pequeña cajita azul de terciopelo frente a mí.
-¿Me darías el honor de ser mi esposa?- preguntó abriendo dicha cajita esperando mi respuesta.
Unas lágrimas corrieron por mis mejillas y lo único que atiné a hacer fue un breve asentimiento con mi cabeza.
Alex colocó el anillo en mi dedo y yo me reincorpore girando sobre mi lugar para quedar cara a cara con él.
Tomé su rostro con mis manos y lo besé lentamente. Luego de un tiempo nos separamos.
Ingresamos a la casa donde estábamos pasando nuestras vacaciones con Marc, esperaríamos a Juliá y Roser, el mayor de los hermanos Márquez fue a recoger a sus padres mientras Alex y yo nos encargabamos de las preparaciones.
Colocamos la vajilla en la mesa del jardín que tenía salida a la playa donde Alex me pidió matrimonio y nos quedamos esperando a la familia, Roser se encargaría de traer la cena.
Minutos después los perritos salieron corriendo hacia la entrada cuando escucharon que la misma estaba siendo abierta dejándonos ver a Marc, cuando él entró siguiéndolo estaban Roser y Juliá cargando unas bolsas.
Dejaron todo en la mesada de la cocina y volvieron con nosotros mirándonos curiosos, cuando Alex les asintió mientras sonreía comprendieron que íbamos a casarnos.
-Ay mis niños, que feliz me hacen sentir- dijo la mamá de los Marquez mientras nos abrazaba a ambos.- Muchas felicidades.-
-Felicidades- se acercó Juliá a mi y me dio un cálido abrazo para luego dirigirse a su hijo menor
-Cuídala mucho, mujeres como ella no se encuentran en cualquier lugar.- le advirtió mientras lo señalaba con su dedo.
Ambos rieron y se abrazaron. Mientras Marc me regaló un abrazo de oso.
-Que rápido creciste- dijo fingiendo llanto.
-Sabes que siempre serás el hermano que nunca tuve- respondí.
Cuando terminaron de saludarnos nos dirigimos al jardín, cada quien se sentó en su respectivo lugar quedando Alex y yo juntos.
Tomó mi mano y me sonrió, siempre fue él y siempre lo será.
____________________________________________
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Uno cortito para hoy pero es uno de mis favoritos, Alex el amor de mi vida. Y por si alguno/a esta con la duda el nombre del perrito está bien escrito, sí, se llama "Stich". Gracias a los que están animandose a leer.
