Pierre Gasly

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Era el día de mi boda. Por fin luego de tanta espera me casaría con el hombre al que amo.

Nos casaremos, evidentemente, en Francia, encontramos un lugar hermoso en donde podríamos llevar a cabo la ceremonia y luego la fiesta.

Era una gran casa antigua con un amplio jardín en su exterior y cuando cruzas el umbral de la puerta para ingresar, te recibe un gran patio interno que lucía más como un salón de fiestas.

Habíamos decidido que la decoración hiciera alusión a la Fórmula 1 ya que ambos amamos este deporte.

Los centros de mesa estaban grabados con nuestros nombres, y también tenían un monoplaza como el de Pierre a escala y detrás de este las típicas banderas a cuadros.

Establecimos un sector donde los invitados podrían sacarse fotos con diferentes accesorios, tales como: una peluca con los colores de la bandera de Italia, un gorro que simulaba ser un casco como el de los pilotos y unas pequeñas banderas a cuadros, entre otras cosas.

La ceremonia se realizará en el jardín, por lo tanto los organizadores ya estaban terminando de decorar el exterior, cuando Charles me vió allí afuera rápidamente corrió hacía mí.

-¿Qué demonios haces aquí afuera? Debes ir a que te peinen y vistan, solo falta 1 hora para que lleguen los invitados- sin Charles no se que haría, con Pierre decidimos pedirle su ayuda ya que nos conoce como nadie en el mundo, sabe nuestros gustos y si algo no nos agrada.

-Solo quería ver como lo estabas manejando pero veo que muy bien, amo como luce- dije observando todo a mi alrededor. Charles me tomó de los hombros y con delicadeza me volteo hacia el otro lado.

-Si no deje que Pierre viera como estaba quedando tu tampoco puedes, ve a terminar de alistarte y deja que yo me encargue de esto, prometo que todo saldrá perfecto.-

-Está bien, confío en ti Charlie, te veo en un rato- me despedí dándole un beso en la mejilla a mi hermano y emprendí mi camino hacia la habitación designada para mí.

Tal vez les resulte extraño pero nuestra boda tendrá ciertas cosas que no son muy tradicionales, por ejemplo yo no cuento con ninguna dama de honor ya que no sentía tan cercanas a mis amigas como para que alguna lo fuera y Pierre no tendrá padrino propio, es decir Charles es quien me entregara a Pierre en el altar y también es el encargado de los anillos por lo tanto estará allí para ambos, no solo para mí pero tampoco solo para Pierre. 

También queríamos que nuestra boda fuera diferente a las demás.

Una hora y pocos minutos después ya estaba lista, mientras terminaban de solucionar unos detalles en mi pelo, miraba mi reflejo en el espejo de la habitación, mi vestido era blanco, no muy atrevido pero tampoco del todo tradicional, lo amaba, en cuanto entre a la tienda de vestidos aquel día quedé enamorada de este.

Tocaron a mi puerta y enseguida Charles se asomó a la habitación.

-¿Lista?- cuando me vió quedó sin palabras, literalmente, ya que abría y cerraba su boca pero ningún sonido salía de esta.

-¿Y? ¿Qué piensas?- cuestioné mientras giraba haciendo que mi vestido se moviera un poco.

-Pienso que Pierre es el hombre más afortunado del mundo por tenerte y que te ves hermosa.-

Sonreí al escucharlo decir eso. 

Miró la hora en su reloj y se acercó a mí, me ofreció su brazo para que yo lo tomara e inquirió

-¿Vamos?

-Vamos

Comenzamos a caminar hacia el altar, nos detuvimos donde comenzaba el camino de flores para que el fotógrafo nos hiciera algunas fotos y tomas para el video de recuerdo.

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